Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 77

el aspecto de su juventud y finge ser su sobrina, Aura). Pero, al cambiar el punto de vista, debían asegurarse de mantener el narrador y los tiempos elegidos para la narración en el texto de Fuentes. Para construir ese narrador en segunda persona, los alumnos debieron preguntarse si optar por el voseo o tuteo (en varios casos, les pedí revisaran la alternancia de ambos y la confusión de la segunda persona con la tercera) y varias veces tuvieron que volver al texto para comprender la relación Consuelo y Aura y que ese narrador que estaban creando era un diálogo entre ambas. Varios alumnos llegaron a la hipótesis de que ambas eran la misma persona sólo a la hora de escribir. El tiempo futuro y el presente de la narración contribuyeron maravillosamente a que el narrador (y, al mismo tiempo, el lector) fueran descubriendo los hechos y surgieron preguntas sobre el significado que crean esos tiempos verbales. La consigna, además de hacerlos jugar en su texto el juego gramatical seleccionado por Carlos Fuentes, permitió a los alumnos comprender que esos juegos permiten crear significaciones, como la del desdoblamiento del yo o la reiteración de un hecho en el tiempo. Por último, desearía presentar un ejemplo de cómo la escritura puede transformar los significados o realidades, en este caso, nuestras propias prácticas. Se trata de una experiencia realizada este año con alumnas de cuarto año del profesorado de primaria en la cátedra Ateneo de las Prácticas del Lenguaje. Las alumnas hicieron sus residencias en el primer cuatrimestre y finalmente les propuse realizar un registro y análisis de la práctica que yo había observado. Sin embargo, antes de realizar el análisis de los registros a la luz de la teoría aportada, les propuse una consigna de escritura de invención en que debían crear un personaje que actúa como observador de una de sus clases, focalizando externamente o desde los persoInvestigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas 63