Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 719
dos y formas de pensar y escribir. Más aún, la cultura académica no
es homogénea. La especialización de cada campo de estudios también se refleja en los diferentes esquemas de pensamiento, los cuales adquieren formas diferentes a través de lo escrito, dando particularidades específicas al género. Las diferentes disciplinas hacen
usos diferentes del lenguaje, los cuales implican determinados modos de comprensión y organización de los fenómenos estudiados160. Este hecho, que mantiene implícito lo que ha de ser aprendido, complejiza y retarda la apropiación de las prácticas profesionales por parte de los estudiantes161.
Las investigaciones sobre AA vienen a reconsiderar la concepción generalizada de que, al llegar al nivel superior, los estudiantes
aún no saben leer y escribir adecuadamente. Se afirma que el nivel
medio debería garantizar los conocimientos necesarios para trabajar con los textos y así obtener, analizar, interpretar, elaborar y
transmitir información en el nivel superior. Sin embargo, esta forma de concebir la alfabetización está basada en una premisa falsa,
según la cual la alfabetización es un estado y no un proceso; una adquisición elemental aplicable a cualquier contexto. Asimismo se
cree que el lenguaje académico es una forma externa, separada del
contenido del que trata; que la comprensión y producción de los
textos universitarios son procesos básicos, “habilidades generalizables, aprendidas (o no aprendidas) fuera de una matriz disciplinaria […] y no relacionadas de modo específico con cada disciplina” 162.
La concepción de que la lectura y la escritura son técnicas separadas
160
Bakhtin, 1994
161
Bode, 2001
162
Russell, 1990: 53
Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
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