Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 644

exhibir su capacidad de elaborar discursos en una variedad de situaciones comunicativas. Se buscó también que las situaciones o tareas planteadas implicaran la resolución de problemas comunicativos SIN preparación ni entrenamiento previo. Metodología y procedimientos Una vez definido el concepto de oralidad, se diseñaron las tareas en las que participarían los alumnos y a través de las cuales buscábamos recoger la información deseada. Según Weir (1993) para evaluar si los alumnos pueden comunicarse oralmente es necesario hacerlos participar en actividades en las que puedan mostrar que son capaces de adaptar su participación a las circunstancias, tomar decisiones a tiempo e implementarlas en forma fluida, y hacer ajustes a medida que surjan problemas inesperados. Se debe, entonces, tratar de incorporar las características contextuales e interaccionales de las actividades de la vida real. Las tareas para la prueba consistieron en: • Una conversación grupal guiada por un docente del equipo evaluador (10´), cuyo objetivo era generar un ambiente de confianza entre los alumnos y el equipo evaluador. La información con la que contábamos nos hacía suponer que el patrón de interacción docente-alumno era el más frecuentemente utilizado en las clases, por lo que resultaba apropiado iniciar la evaluación de esta manera. Se planificaron algunas preguntas sobre información personal, situaciones escolares, preferencias e intereses, que se complementaron con otras surgidas a partir de los comentarios y respuestas de los alumnos. Los ocho alumnos seleccionados participaron de esta instancia. 630 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas