Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 40

que en las muestras de autor era muy importante la elección del lugar en el que ocurrirían estas y también cómo se repetía el transformar los poemas en pequeños coros en los que la palabra se repartía para decirse en forma grupal, en díadas o tríadas. La fragilidad de la poesía y la fragilidad de los chicos en esta etapa son un cóctel irresistible que refleja la belleza. La fragilidad y la timidez que, por ejemplo, hacen decir un poema en la oscuridad de la enfermería del colegio solo iluminados alternativamente los discentes por linternas colocadas en el mentón como hacíamos cuando éramos niños para dar miedo. En este contexto, la poesía de Juarroz no provoca miedo, es emoción lo que se instala en el espectador: “Entre tu nombre y el mío hay un labio que ha dejado de nombrar”. La escalera de un pasillo tomada por seis alumnas para decir “Espantapájaros” de Girondo, un lánguido banco en un rincón del jardín desde donde se recita un poema de Rubén Darío, o los rosales por donde pasean parejas diciendo las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Poesía en ámbito es el primer momento de Mostrar la palabra es por esto que la experiencia sólo se presenta a los compañeros. Se empieza leyendo poemas, buscando autores, leyendo en voz alta. Se trabaja en penumbras para poder escucharse más, se recorre el colegio mientras se memoriza la poesía elegida buscando el rincón, el objeto, el lugar que genera ese ámbito que se busca. Se suman acciones mínimas, se modulan las formas del decir (no es lo mismo gritar que susurrar) y luego se presenta. En el año 2000 las Intervenciones poéticas (para los 4tos años) aparecen como el eslabón que unió las dos experiencias anteriormente analizadas. Esta denominación surge de la combinación del término intervención, propia de la arquitectura y de la plástica y de 26 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas