Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 36

1991, yo no sabía nada de todo esto y me llamaron para cubrir tres horas cátedras de Literatura argentina e hispanoamericana en el Colegio María Auxiliadora. Comencé e inmediatamente supe que las alumnas habían decidido no hacer nada más en la asignatura. No era un curso agresivo pero sí desinteresado “No hagamos nada…” (Sic) Los propósitos de Mostrar la palabra han sido y son lograr lo que Borges creyó alcanzar como docente y también encontrar y transitar nuevos caminos que acerquen a los alumnos a la literatura y el arte en general. Por eso, ante el panorama de un curso apático, me presenté con libros de diferentes autores y solo les pedí que escucharan mi lectura. Hice una selección de mis autores favoritos y leí, leí con apasionamiento y emoción esos textos que me apasionan y me emocionan. Luego, los dejé en una mesa y les pedí que se organizaran en grupos y eligieran a quién seguir leyendo. En las clases posteriores, los grupos fueron mutando y yo me acercaba a cada uno interviniendo, opinando sobre sus interpretaciones, marcando estrategias de escritura, escuchando lo que leían y de qué manera lo hacían. Pasado un mes, las alumnas comenzaron a preguntarme cómo las iba a evaluar, de dónde saldría la nota que daría fin a su año es colar. Yo había notado una especie de competencia entre los grupos, una especie de desdén por los otros autores que habían descartado y les propuse que finalizáramos el año mostrando cada grupo a su autor, que fuera como un regalo para sus compañeras, q YHZ