Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 27

terpretaciones apocalípticas, observamos que lo que el texto nos relata es que en educación se ha producido un gran cambio porque los roles de los actores sociales (entre otras cosas) han cambiado. Hoy no tenemos maestros robots pero sí “nativos digitales” como alumnos. Si, como se afirma, en el mundo actual los estudiantes y los profesores comenzaron a tener un rol más protagónico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, esto se debió, sin duda, a los cambios sociales. Paula Sibilia alude al hombre moderno como aquel que su vida transcurre entre el esfera privada y el ámbito público, aclarando que este último era peligroso, estigmatizador. El yo se desarrollaba dentro de lo privado, en soledad, en silencio, con la compañía de la lectura y la escritura: “En ese contexto de los siglos XIX y XX, leer y escribir eran actividades consideradas de gran relevancia. Y, en la mayoría de los casos, esas tareas ocurrían en silencio y en soledad […] fomentando el monólogo interior.[…]-los libros, las lapiceras y los papeles; en síntesis, todo el ceremonial de la escritura y la lectura – eran importantísimos”(Sibilia: p. 7). La escritura intimista, autorreferencial eran los modos apropiados para dar rienda suelta a esa intimidad del yo que debía ser resguardada. En las aulas, la escritura ocupó un lugar privilegiado, pero allí, como espacio del ámbito público, era posible imitar, copiar a los escritores ejemplares, no era necesario exponerse. El hombre moderno construyó esa subjetividad amparándose en la privacidad e intimidad de su casa, pero ¿puede pensarse que ese hombre aún existe? ¿Cómo edifica su subjetividad el hombre del siglo XXI, aquel hiperconectado, expuesto en las redes sociales, dependiente de su avatar, de la cantidad de amigos o seguidores virtuales? Sin duda estamos ante un cambio de gran envergadura pues Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas 13