Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 172

De hecho, el de los géneros literarios es seguramente el camino más arduo para reflexionar mediante el lenguaje. Por este motivo, y como he explicado antes, no se pueden comparar con la filosofía o con el periodismo, ya que las experiencias que constituyen nuestro punto de partida no pretenden en absoluto demostrar nada, sino solamente vehiculizar una reflexión a través de la literatura. Y para ello se requiere ir poniendo sobre el papel todo lo que se nos vaya ocurriendo, compartirlo, trasladarlo..., tal cual, sin florituras, simplemente convertido en comentario para ser re-escrito. De alguna manera, los géneros literarios proceden de la Filosofía y de la Pedagogía en cuanto que existe antes de que los conceptos considerados se formulen o sean vehiculizados. Un precedente, por cierto, que se decide por determinadas palabras, que parte de una reflexión sobria sobre la escritura y que, gracias al conflicto cognitivo que genera su desarrollo, permite transformar nuestro punto de vista sobre el tema considerado, es decir, que partiendo de un contexto determinado proyecta su reformulación. Sirviéndose de la lengua escogida y de un objetivo firme, los géneros literarios proponen nuevos significados en ámbitos semánticos ambiguos. Los géneros literarios se oponen a la verborrea y siembran la duda en lo que hasta entonces se daba por sentado. Se trata asimismo de textos perecedero, de un collage destinado a remover conciencias, rompedor, escrito para ser leído pero escrito en base a las posibilidades y limitaciones de la(s) lengua(s) del autor. Por lo tanto, nadie está obligado a escribir en ningún género literario ni cabe tampoco obligar a nadie a hacerlo. Ahora bien, si queremos empezar a escribir en cualquiera de ellos, no nos lo pensemos dos veces y escribamos sin miedo. Recojamos la experiencia de 158 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas