Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 163

método a la hora de escribir es habitual. Sin duda, este último es lo más extendido, pero también lo que más fácil solución tiene y acaso un buen remedio para todos los otros. A este asunto quiero dedicarle las líneas siguientes... En literatura, aun cuando no exista receta mágica alguna, el servirse del método adecuado puede ayudarnos a no perder el tiempo y, en consecuencia, a aligerar los pros y los contras inherentes al aprendizaje. Ahora bien, aunque hablar y escribir son dos cosas diferentes, para esto último se necesita una capacidad lingüística depurada y eso que la literatura no pide de lo cotidiano más que aquello que necesita. Así pues, el objetivo de la literatura sería el expresarse del modo singular y necesario (no redundante). Esto es, sonsacar a través del lenguaje lo que no sea evidente y mostrarse capaz de exponer una idea (el germen de todos los géneros literarios). Por consiguiente, de nada serviría tener toda razón del mundo si luego no somos capaces de formularla lingüísticamente. El contenido literario no vale nada si no le encontramos un procedimiento adecuado de expresión. ¿Y cómo enviamos a los demás nuestras ideas? Pues por medio de la sintaxis o, dicho de otro modo, por medio de frases concretas, es decir, por medio de una lengua dada que, en situaciones de contacto lingüístico, supone la primera opción a realizar.. Si no conseguimos frases que transmitan el trasfondo de lo que queremos escribir, ello ni existirá ni podrá ser leído, por mucho que fuera intrínsecamente coherente y que contara con nexos o la secuencialidad y ritmo apropiados. Además, y como decía antes, cada lengua posee textos-modelo distintos. Aun así, el solo hecho de leer en una lengua determinada resulta insuficiente si no se ensaya la escritura y ésta, al menos en un prinInvestigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas 149