Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 162
• y por otro, aplicando una práctica inspirada en ese punto de
vista global.
Por lo que se refiere al primero, cultivar la literatura (escribir,
leer y ser leído) supone una afición previa. Es decir, a diferencia de
lo que ocurre con otras disciplinas lingüísticas, lo literario no es
acabar poniendo de relieve, o incluso corrigiendo, los errores de la
escritura, sino tomar como punto de partida el texto tal uno (incluidos sus fallos ortográficos)25.
Con respecto a lo segundo, y con objeto de contribuir a ir definiendo la trayectoria del todavía incipiente escritor, trataré de explicar cuáles son los pasos a dar. Eso sí, sin olvidar que, además de
tiempo y dedicación, para que alguien acabe convirtiéndose en escritor se requiere que saber y experiencia vayan de la mano. Precisamente, porque sin aptitudes, lo aprendido no servirá por sí solo
en la práctica. Todo eso, pues, resulta útil para aprender y profundizar en la reflexión so bre la enseñanza de la literatura, pero no puede garantizar el éxito. De cualquier manera, sabemos que escribir
es, por encima de todo, ofrecer respuestas a las cuestiones que uno
mismo se plantea26, ya que cada una de ellas se transforma en una
nueva herramienta de aprendizaje para el escritor.
A pesar de todo, al emprender esta vía observaremos que, con
frecuencia, no sabemos por dónde empezar. Subestimarse a uno
mismo; querer entrarle demasiado pronto a un asunto o andar dándole demasiadas vueltas; avergonzarse de lo escrito; no saber cómo
poner sobre el papel las ideas; o incluso, no disponer de un buen
25
SCHENEUWLY, B. (2008). “Vygotski, l'école et l'écriture”, in Rs de la Section
des sciences de l'éducation, 118. Université de Genève.
26
CHATELET, F. (1977). Chronique des idées perdues. Paris, Stock.
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Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas