Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 154

El problema radica en que, en ocasiones, la implementación de dichas propuestas relega a las nuevas tecnologías, en el mejor de los casos, a una función meramente instrumental respecto de aquello que se pretende enseñar. Es decir, las TIC permitirían aggionar los contenidos a desarrollar en el aula para que éstos resulten más “interesantes y entretenidos”. No obstante, las nuevas tecnologías son mucho más que herramientas. Éstas han modificado radicalmente la manera en que se produce, circula y recepciona la información, así como la forma en que se construye el conocimiento. En relación con esto, Robert Darnton (2011) señala que podemos reconocer en la historia cuatro grandes hitos: la invención de la escritura, el surgimiento de la imprenta, el acceso de masas a los discursos escritos y desde hace aproximadamente quince años la edad de la información. Internet puede ser entendida hoy más como una producción cultural que como una tecnología (Castells, 2002) y, en este sentido, se vuelve prioritario modificar los modos de enseñanza y de aprendizaje en nuestra sociedad. Las tecnologías en este sentido no pueden ser consideradas como simples herramientas. Quizás la noción más cercana para ellas sea como plantea Nair la de asistentes. Hablamos de computadoras como asistentes ya que éstas permiten a cada estudiante establecer nuevos modos de organización en la clase y nuevos accesos que posibilitan la construcción de conocimiento. Pensar hoy en la incorporación de las nuevas tecnologías a la enseñanza supone una modificación radical de la forma en la que se accede a la información y se construye el conocimiento. Esto a quienes nos hemos educado estableciendo otros vínculos con el conocimiento nos genera incertezas. 140 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas