Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 150

zarlos en su totalidad excede los límites de este trabajo, por lo tanto nos abocaremos a los tres que consideramos más representativos: la formación de lectores, el tratamiento de la gramática y la incorporación de las nuevas tecnologías en la práctica áulica. Primera incerteza: La formación de lectores En nuestra rol de capacitadoras tanto dentro de los Equipos Técnicos Regionales como dentro del Programa provincial de Lectura hemos asistido en ocasiones a ciertos discursos que giran en torno a la imposibilidad de formar lectores en la escuela. Dicha imposibilidad no es habitualmente explicitada en estos términos sino a través de ciertas representaciones y concepciones cristalizadas en relación con los jóvenes y la lectura.: “los chicos no leen”, “leen mal”, “no entienden lo que leen”, “no les interesa”. Ideas que se traducen en malestar y frustración y obturan cualquier posibilidad de concebir a la lectura como una experiencia que tenga lugar en la escuela. El anclaje de los Diseños curriculares en la formación de lectores enfrenta a los docentes con la necesidad de repensar estas representaciones y de entender la lectura como práctica cultural socialmente situada que se desarrolla en el entramado de determinadas condiciones históricas y culturales (Chartier; 1994, 2005). Esta perspectiva pone en jaque dos cuestiones centrales: por un lado, los modos de leer que la escuela ha legitimado y que se contraponen con otros modos de leer surgidos en el seno de la sociedad actual (Cuesta; 2006)