Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 149

en esas cosas que ya no son como eran antes, que ya no son como cuando nos formamos como profesores y profesoras: la enseñanza de la gramática en tanto práctica, la incorporación de herramientas TICs, la problematización de la comprensión lectora y de la evaluación no han sido parte de la formación docente de los actuales docentes, quienes han tenido que reformular las herramientas aprendidas en los cursos de capacitación, a los cuales concurre una proporción no siempre numerosa. ¨Me gusta trabajar siguiendo el proceso, las cosmovisiones me resultan interesantes pero a la hora de evaluar siento que me pongo el traje de profesora, tomo la prueba y listo¨, testimoniaba una docente en un curso de capacitación hace un par de años. ¿Cómo evalúo ahora? ¿Qué hago con las pruebas que me pide el director si lo que estoy evaluando es el proceso? Criterios y herramientas de evaluación afirmadas históricamente como prueba escrita, trabajo práctico, lección, afiche resultan insuficientes para dar cuenta de lo que hay detrás del producto final que evalúan y entran en conflicto con la demanda curricular. Las incertidumbres que atraviesan los espacios de formación son varias y producen inestabilidad y frustración.; y, lo que es más contraproducente, en ocasiones frente a tales desafíos se vuelve a los viejos enfoques y perspectivas. En función de esto, consideramos necesario tomar distancia y tratar de repensar estas cuestiones para poder ensayar otros dispositivos de formación que nos posibiliten romper con este círculo vicioso y generar cambios en las prácticas docentes. En primer lugar, pudimos observar una serie de ejes sobre los que se articulan las demandas e incertezas de los docentes. AnaliInvestigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas 135