Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1194

Para lograr el objetivo que se habían propuesto las docentes, alumnas de la UNIPE consideraron en primera instancia la responsabilidad que tiene la Escuela en relación a la lectura y la escritura. También la necesidad de promover la interacción entre la lectura y escritura, así como la idea de ejercitar al alumno en los quehaceres de un lector, propiciando espacios para que puedan ejercer variadas prácticas de lectura bajo el supuesto de que las prácticas del lenguaje son el objeto de enseñanza. Dichas prácticas están presentes en el contexto social en el que se ejercen con variados propósitos correspondientes a diferentes géneros discursivos. Es decir, la lectura y la escritura concebidas como prácticas sociales. Además plantearon la idea de que los niños no desconocen esas prácticas cuando ingresan al ámbito escolar, aún en contextos desfavorables, tal como lo demuestran algunas investigaciones como las realizadas por Sandra Sawaya. Otra de las ideas y concepciones que se analizó en la tarea prescripta estuvo vinculada a los criterios de selección de los materiales de lectura. Tarea nada fácil si consideramos “la materialidad del texto” como uno de los ejes presentes en los protocolos de lectura y las maneras de leer, además del tipo de lector que se concibe. En este caso, las docentes reconocen en el material de lectura seleccionado, el libro álbum, la posibilidad de leer las palabras y las imágenes de un modo particular, como complemento uno del otro. Material de lectura que permite a los niños dar significado tanto a la palabra dicha como a lo no dicho, a lo sugerido o no por la ima gen (Bajour, C., 2007). En otras palabras permite la multiplicidad de sentidos. Dichos textos deben ser lo más plurisignificativos posibles, de tal modo que posibiliten múltiples posibilidades de lecturas, que sean abiertos, ambiguos, favorecedores de una lectura acti1180 Inve 7F