Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1193
que sus participaciones futuras son necesariamente diferentes porque los mismos incidirán de un modo u otro, en una dirección u
otra en las acciones de quienes participan de ese acontecimiento.
Uno de los modos de intervención del docente en las situaciones de
lectura que se da en forma anticipada al desarrollo de la secuencia propuesta forma parte de la “tarea” docente, es la planificación de la misma. Es pertinente esclarecer que, en este contexto, el término “tarea”
encierra un concepto diferente al de “actividad”. Al respecto, Clot, Yves
(2007:15) señala que: “La tarea es lo prescripto por la organización del
trabajo, lo que los trabajadores deben hacer y la actividad es lo que realizan para lograr lo prescripto”. Estos conceptos suelen interpretarse
como sinónimos, entendidas como las acciones que los docentes deben
realizar para cumplimentar con su rol.
Considero que es sumamente importante distinguir ambos conceptos ya que involucran acciones diferentes. La tarea se vincula con
lo que el docente debe hacer respecto de lo previamente consensuado por el Sistema Educativo a través del Diseño Curricular y que
contempla generalidades. En cambio, el término actividad contempla realidades particulares enmarcadas en un determinado ámbito
social, cultural e histórico de quienes participan de las mencionadas situaciones de lectura. Una de esas realidades es la formación
del docente como lector de literatura. En esta situación se ven involucradas sus concepciones sobre la lectura o la idea que tiene de un
lector entre otras cuestiones.
Con la finalidad de revisar estas concepciones que están presentes en las prácticas de los docentes se realizó un análisis crítico de
las situaciones de lectura desarrolladas en la secuencia de lectura.
Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
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