Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1129
Durante la mesa de libros realizada en el marco de la secuencia
¿Lobo está?, se registran los siguientes diálogos:
D: -¿Qué otro cuento se acuerdan?
Varios alumnos: -Loboferoz.
Algunos alumnos: -¡Yo!, ¡Yo!, ¡Yo!
Un alumno: - ¡Los monstruos no asustan!, de chiquititos.
La mujer caníbal.
En el diálogo anterior, la respuesta de los alumnos proporciona
información asumida como ya conocida por el docente: aporta información compartida por el oyente.
D: - Bueno ahora vamos a ver. La seño trajo acá, en esta mesa algunos textos que hablan de lobos.
A:- Seño… seño, éste no lo leíste todavía.
En la situación que antecede el pronombre “éste” se refiere a un
libro en particular, la información dada es un conocimiento compartido por hablante (alumno) y oyente (docente). Ante la falta de
información suficiente para alguien ajeno al grupo escolar, se necesita información nueva para identificar qué libro indica el pronombre “éste”.
En la clase que se toma en cuenta para este análisis se produce
un momento de distracción cuando una niña se queja porque desaparece su gaseosa:
D: - ¿Alguien tiene la coca de Sol?
A: -No tenemos nada, ¡Está allá!
A: -Bueno está guardada entonces, está guardada, no te enojes.
En este caso, el hablante brinda información nueva (¡Está allá!) a
los oyentes. La información nueva puede ser un conocimiento compartido por todo el grupo de alumnos o no.
Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
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