Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1110

levantar la fortuna un soberbio edificio en el desierto; pero el estímulo falta, el ejemplo desaparece, la necesidad de manifestarse con dignidad, que se siente en las ciudades, no se hace sentir allí en el aislamiento y la soledad. Las privaciones indispensables justifican la pereza natural, y la frugalidad en los goces trae en seguida todas las exterioridades de la barbarie. La sociedad ha desaparecido completamente; queda sólo la familia feudal, aislada, reconcentrada; y no habiendo sociedad reunida, toda clase de gobierno se hace imposible: la municipalidad no existe, la policía no puede ejercerse, y la justicia civil no tiene medios de alcanzar a los delincuentes. Ignoro si el mundo moderno presenta un género de asociación tan monstruoso como éste. Es todo lo contrario del municipio romano, que reconcentraba en un recinto toda la población, y de allí salía a labrar los campos circunvecinos. Existía, pues, una organización social fuerte, y sus benéficos resultados se hacen sentir hasta hoy y han preparado la civilización moderna. Se asemeja a la antigua Sloboda Esclavona, con la diferencia que aquélla era agrícola, y por tanto, más susceptible de gobierno: el desparramo de la población no era tan extenso como éste. Se diferencia de la tribu nómade, en que aquélla anda en sociedad siquiera ya que no se posesiona del suelo. Es, en fin, algo parecido a la feudalidad de la Edad Media, en que los ba-rones residían en el campo, y desde allí hostilizaban las ciudades y asolaban las campañas; pero aquí falta el barón y el castillo feudal. Si el poder se levanta en el campo, es momentáneamente, es democrático: ni se hereda, ni puede conservarse, por falta de montañas y posiciones fuertes. De aquí resulta que aun la tribu salvaje de la pampa está organizada mejor que nuestras campañas para el desarrollo moral. 1096 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas