Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1098

En el punto 9.2, la actividad propuesta pide “subrayar” en el fragmento del Facundo, “algunos pasajes” que podrían funcionar como ejemplos (para sostener la hipótesis de Alsina). Al corregir los trabajos prácticos, observamos diferentes interpretaciones de dicha consigna: algunos estudiantes explicaron, con sus palabras, en qué partes del fragmento Sarmiento “exagera” (ésta es la hipótesis de Alsina). Otros, interpretaron que el fragmento del que se está hablando pertenece al texto de Alsina y no al de Sarmiento. Quienes fotocopiaron dicho recorte del Facundo, subrayaron, en general, pasajes larguísimos del mismo. En la mayoría de los casos, no se utilizaron las comillas para señalar las citas textuales. En nuestra conversación posterior con los alumnos hablamos nuevamente de la “confusión” que les había generado la consigna. Decidimos, entonces, remarcar el lugar preponderante que posee la “cita textual” en todo texto académico, señalando además que no es lo mismo “explicar con mis palabras” lo dicho por Sarmiento, que copiar, tal cual, “sus propias palabras”. Volvemo a la formulación de una consigna que, creemos, tiene un objetivo importantísimo en cuanto a la enseñanza de este nuevo código académico: el uso de las citas textuales. Sin embargo, el enunciar las mismas como “pasajes” a los que hay que “subrayar”, termina generando una confusión que creemos, podría simplificarse de este modo: enseñar el uso de las citas textuales con el sentido otorgado anteriormente. Como señala Carolina Cuesta: No se trata de decirles a los alumnos, entonces, que no comprenden los textos de las disciplinas, que sus escrituras son “incoherentes, incompletas, pobres”, sino de enseñarles que hay modos de leer y de escribir institucionalizados, que hacen a ciertos juegos sociales 1084 Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas