Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1062
siones, junto a la descripción que dominaba en las versiones iniciales, se incorporan segmentos explicativos.
Respecto de las modificaciones que pueden inferirse en relación
con el esquema conceptual, en las reescrituras hemos comprobado
un crecimiento en el 45%, ajustes en el 30% y reestructuraciones en
el 20%. Ello permite reconocer los distintos matices en las modificaciones conceptuales que se producen entre los estudiantes: en algunos casos, los cambios pueden deberse al acopio o a la incorporación de información; en otros, a un nivel de conceptualización más
elevado y, finalmente, a la generación e integración de conceptos
nuevos que brindan un marco de análisis más abarcativo para la
problemática examinada.
Pensamos que estos procesos se vieron favorecidos por las actividades implementadas que ubican al alumno en su rol como estudiante del nivel superior: es el que aprende nuevos conceptos y analiza debates sociales que relaciona con las teorías y los conceptos
aprendidos, es el que investiga e interpreta los datos que él mismo
ha obtenido y es el que se inicia en el proceso de apropiarse de las
teorías como herramientas para desarrollar la interpretación. Asimismo, a partir de las posibilidades epistémicas que brinda la reescritura, evalúa su lectura y su escritura. Todas estas instancias le
asignan un papel activo en el proceso de aprendizaje.
Bibliografía
Alvarado, Maite y Adriana Silvestri (2004). “La lectura y la escritura”. En: Alvarado, Maite. (Coord.), Problemas de la enseñanza de la lengua y la literatura. Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes.
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Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas