Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1039
rrespondientes al curso 2012. Por medio de una consigna que responde a los lineamientos teórico-metodológicos indicados anteriormente. Es así que luego de un intenso trabajo con la secuencia argumentativa, se procedió al estudio del ensayo, lo que implicó la
lectura y análisis de varios textos para abordar posteriormente la
producción de textos.
En primer lugar, consideramos la relación entre el enunciador y
el enunciado. Es importante monitorear lo que se dice y los recursos puestos en juego –metáforas, comparaciones, metonimias, paradojas, etc.- y también la construcción de los escenarios de la historia que se refiere, sus actores. El enunciador tiene a su alcance
para decir todos los recursos de la lengua; la selección de alguno de
ellos permitirá modalizar el enunciado de un modo particular, ya
en el plano de lo subjetivo por medio de valorativos y juegos axiológicos; ya en el plano del saber, restringiendo o reforzando lo que
afirma.
En lo que respecta a la relación entre el enunciador y el enunciado, los aspectos que resultaron más problemáticos en las producciones de los estudiantes tienen que ver con las siguientes cuestiones,
a saber:
• Uso de los deícticos: no se emplean de modo adecuado, resultan imprecisos. Ej. “En esos momentos”. Asimismo, el
uso de la primera persona del singular se encuentra en muchos casos mezclada con la primera del plural, más por vacilación que por uso del “nosotros inclusivo”.
• En las preguntas retóricas el sentido resulta confuso por la inclusión de pronombres indefinidos: “este” “ese”. En otros casos,
ocurre algo similar, con el uso del pronombre “otro”. En geneInvestigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
1025