Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 2 | Page 1027
santes a la universidad, en este trabajo nos encontramos con otros
actores que llamaron nuestra atención, los docentes. Al analizar la
escritura de los alumnos en el contexto de examen apareció como
factor ineludible de observación el docente como destinatario de
esos textos, y además, como destinatario experto. Entendemos que
un docente no es experto solo por conocer su disciplina, sino que,
como profesional de la educación adquirió los saberes necesarios
que le permiten hacer devoluciones y/o correcciones a la escritura
de los estudiantes. Sin embargo, notamos que los docentes de la
materia PHA no hicieron ninguna devolución y/o corrección acerca
de la escritura en los exámenes parciales analizados.
En primer lugar, y como cuestión central, lo que se observa en
los parciales es falta de corrección explicíta y notada. No hay devoluciones por escrito, ya sea acerca del contenido o de la forma en
ninguna de las respuestas de los alumnos. En algunos casos ni siquiera se observa un “visto” o alguna marca que indique que esa
respuesta fue leída por el docente. Lo único que aparece como parámetro de evaluación es una grilla con puntajes. Por lo tanto, la corrección del docente sólo presta atención al contenido disciplinar y
no al modo de decirlo. Esto nos lleva a pensar que en la corrección
del docente está presente el presupuesto de que el lenguaje es trasparente, y que lo que se dice está separado del cómo se dice.
Aspectos tales como normativa, puntuación, coherencia y cohesión, concordancia, y otros aspectos gramaticales no han sido considerados como instancias en las que los docentes debemos hacer
devoluciones a los estudiantes con el objetivo de reflexionar con
ellos acerca de su propia escritura. Como si estas nociones no tuvieran ninguna relación con el contenido del enunciado que produce
Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas
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