Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 1 | Page 829

toria complejidad del comportamiento humano. Es por esa complejidad que a estos estudios del comportamiento cotidiano auténtico se los tilda de acientíficos. Gran parte de la investigación cualitativa de la interacción en el desarrollo de las clases se ha realizado desde perspectivas tanto lingüísticas como sociolingüísticas. Haremos referencia, a continuación, a algunos de esos trabajos –de fines de los años 60 y principios de los 70- descriptos por Stubbs. Sinclair y Coulthard (1974) señalan, por ejemplo, que la estructura típica del diálogo de aula consiste en: iniciación (I), respuesta del alumno (R), y feed-back del profesor (F). Aclaran que cuando la pregunta es formulada por el alumno, la estructura es IR, pues los alumnos no suelen evaluar abiertamente las respuestas de los profesores. En estas “transacciones” o intercambios puede haber algunas variantes y la relación entre las funciones del lenguaje y las formas que este adopta ser muy compleja. Walker y Adelman (1972-1975-1976), por su parte, consideran que las aulas son marcos sociales internos y complejos y advierten acerca de tener una noción demasiado estrecha de lo que es el lenguaje de aula. Distinguen, por ejemplo, entre aulas formales y aulas informales. En las primeras el profesor se coloca frente a sus alumnos y mantiene la atención de la clase entera explicando, preguntando o dando actividades. Las aulas informales o abiertas son aquellas en las que los alumnos trabajan en pequeños grupos y el docente pasa de un grupo a otro para orientarlos, controlar su trabajo, o hablar con cada uno de lo