Congresos y Jornadas Didáctica de las Lenguas y las Literaturas - 1 | Page 1220
de taller de experimentación con el lenguaje, con momentos de interacción colectiva, entre todos los alumnos y el docente, o entre pares en un trabajo en grupos.
El concepto de taller merece ser profundizado. No se trata de un
espacio separado de la enseñanza de los contenidos conceptuales,
sino de una manera de trabajar, que favorece que los alumnos se
apropien de maneras de decir, las analicen, y experimenten los
efectos de sentido que logran.
El análisis gramatical que realizamos cuando comparamos las
distintas versiones de los estudiantes cumple con la función de justificar las diferencias de sentido.
Estas escrituras experimentales son los verdaderos borradores del texto. Es decir que el borrador se convierte así, no en la primera versión
desprolija y tal vez incompleta del texto, sino en el lugar donde se experimenta con el lenguaje para que los conocimientos gramaticales cobren sentido y se transformen en recursos para escribir.
El borrador es una escritura para sí, no es una escritura con fines comunicativos ni para ser supervisada. Es una herramienta del
taller de escritura, el lugar de la experimentación con el lenguaje.
Podría ser una hoja que queda al lado del texto. Cuando se colectiviza esta experimentación aparecen los conceptos gramaticales.
Nuestra propuesta es que el borrador o escritura provisoria tenga como propósito fundamental el de enseñar gramática. Se trata
entonces de enseñar la gramática como recursos que la lengua ofrece
y que la actividad de lenguaje actualiza creativamente para construir sentido.
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Investigación y Práctica en Didáctica de las Lenguas