290 PARTE 3 • IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA
que se sientan privados de cosas. Esta mentalidad presenta una gran oportunidad en Rusia para los productos estadounidenses de todas clases.
Históricamente, Rusia ha sido un estado autocrático. Este factor cultural es evidente en los negocios; por lo general, los gerentes rusos ejercen el poder sin que sus subordinados los desafíen. La delegación de autoridad y responsabilidad es difícil y rara vez se da en los negocios de ese país. El estilo de administración participativa de Estados Unidos no es bien recibido en Rusia.
La república rusa de Ingushetia aprobó recientemente un decreto legalizando la práctica de la poligamia, la cual permite que un hombre tenga varias esposas, incluso un harem. La nueva ley es un desafío directo al gobierno ruso, el cual tiene jurisdicción sobre 89 repúblicas. La Constitución rusa prohíbe la poligamia, pero el código penal no establece ningún castigo para ello. Los hombres de Ingushetia toman más de una esposa, especialmente cuando la primera no les da un hijo varón, a pesar del descubrimiento científico realizado en 1959 de que es sólo la contribución del padre en la procreación la que determina el sexo de la descendencia.
La cultura japonesa
Los japoneses dan gran importancia a la lealtad grupal y al consenso, un concepto llamado Wa. Casi todas las actividades corporativas en Japón alientan el Wa entre los gerentes y empleados. El Wa requiere que todos los miembros de un grupo estén de acuerdo y cooperen; esto da como resultado un análisis y compromiso constantes. Los gerentes japoneses evalúan el atractivo potencial de las decisiones de negocios alternativas en términos del efecto a largo plazo que pudieran tener en el Wa del grupo. Es por eso que el silencio, utilizado para considerar las alternativas, es una característica frecuente en una junta formal japonesa. Las discusiones que son potencialmente negativas para el Wa se llevan a cabo generalmente en escenarios muy informales, como en un bar, para minimizar el daño al Wa grupal. Entretener es una actividad importante en los negocios porque fortalece el Wa. Las juntas formales a menudo se realizan en escenarios informales. Cuando se enfrentan a preguntas u opiniones inquietantes, los gerentes tienden a permanecer en silencio, mientras que los estadounidenses responden directamente, defendiéndose a través de la explicación y el argumento.
Observe en la sección“ Perspectiva global” que cuando se negocia verbalmente con los ejecutivos japoneses, hay que permitir periódicamente un lapso de silencio y no preguntar“¿ Cómo le fue en el fin de semana?”, lo que se vería como una actitud de intromisión.
La mayoría de los gerentes japoneses son reservados, callados, distantes, introspectivos y orientados a otros, mientras que la mayoría de los gerentes estadounidenses son parlanchines, insensibles, impulsivos, directos y orientados al individuo. Con frecuencia, los estadounidenses consideran que los gerentes japoneses pierden el tiempo y tienen conversaciones vagas, mientras que los gerentes estadounidenses a menudo usan la crítica directa, hacen preguntas indiscretas y toman decisiones rápidas. Estas diferencias culturales han interrumpido muchos de los esfuerzos potencialmente productivos en los negocios entre japoneses y estadounidenses. Considerar el estilo de la comunicación japonesa como un estereotipo para todas las culturas asiáticas es algo que hay que evitar.
Los estadounidenses tienen más libertad para controlar sus propios destinos que los japoneses. La vida en Estados Unidos y la vida en Japón son muy diferentes; Estados Unidos ofrece más movilidad ascendente. Esto es una gran fortaleza de ese país. Sherman explica:
Estados Unidos no es como Japón y nunca lo será. La fortaleza de Estados Unidos es lo opuesto: abre sus puertas y permite que entre el desorden del mundo. Tolera el cambio social que dividiría a la mayoría de las demás sociedades. Esta apertura anima a los estadounidenses a adaptarse como individuos y no como grupo. Los estadounidenses van al oeste, a California, para comenzar de nuevo; se mudan al este de Manhattan para pasársela en grande; se mudan a Vermont o a una granja para estar cerca de la naturaleza. Se separan de la religión, de los valores o de la clase de sus padres; redescubren su origen étnico. Van a la escuela nocturna y se cambian el nombre. 22
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