7
JMJ, un encuentro refrescante
de alegría y de fe
Ha sido un año de preparación intensa, de buscar voluntarios, de preparar la estancia para que todo saliera bien. Así, llegó el día 15 de agosto cuando los primeros peregrinos hicieron su presencia en casa. La recepción fue poco a poco y con cierta eficacia tomando forma y el colegio se fue poblando de un sin fin de jóvenes venidos de muchos rincones del mundo, de diferentes razas y lenguas. Llegaron con los jóvenes nuestros hermanos y hermanas trinitarios del mundo desde la India, desde Corea, desde Madagascar, desde América y de España.
El mismo día por la noche y con una misa concelebrada con dos obispos de Madagascar y con la presencia de los hermanos de la comunidad dimos comienzo a la llamada del Santo Padre y se terminó la jornada con un pequeño festival amenizado por un grupo de la india y otro grupo de muchachos de nuestra parroquia.
La JMJ en nuestras comunidades
Fr. Pedro Ustárroz
54 años
Ministro Comunidad de Alcorcón (España Norte)
Al día siguiente los jóvenes de la familia trinitaria se trasladaron a nuestra casa de Aluche para tener una charla con el Padre General, mientras que llegaban otros grupos del norte de España. La semana siguió con las catequesis en inglés en nuestra parroquia. La Iglesia se llenó plenamente de muchachos y muchachas que llegaban de infinidad de lugares, a destacar los de Mongolia, Filipinas, India y de diversos lugares de África y puntos diversos de habla inglesa.
El templo no daba abasto y muchos de ellos tuvieron que asistir a las catequesis sentados en el suelo. Era un espectáculo impresionante que nos ha sorprendido a todos los del lugar. La primera de las Catequesis la dirigió el Cardenal de Sudáfrica, luego fue el Obispo de Nueva York y para cerrar el obispo de Bangladesh. Todas las catequesis terminaban en una eucaristía con numerosos sacerdotes, pero lo que más llamaba la atención era la gran fe de todos los congregados en la Casa del Señor.
Ha sido una lección muy prometedora de lo que es la Iglesia universal, pero sobre todo ha sido una lección de civismo, de educación y de buenas maneras de todos los congregados que han llevado por nuestra comunidad y por el pueblo de Madrid. Todos estos días el corazón se nos ha llenado de alegría al ver la universalidad del mensaje de Nuestro Maestro. Hay que haber vivido la experiencia para estar satisfechos de