COMUNICACIÓN | Page 94

184 JOHN FISHER quedaron excluidos de toda participación formal en la vida política debido a su analfabetismo.6 En el mundo hispano, la celebración de los aniversarios históricos trae consigo cierto grado de revisionismo histórico. En el Perú, el deseo de conmemorar el advenimiento del primer centenario de la independencia de España contribuyó un poco a este proceso, con la publicación de varios estudios de las actividades prerevolucionarias fuera de Lima misma, principalmente en Huánuco, Huamanga y Cuzco.7 Este proceso complementó los intentos hechos a comienzos del siglo XX por varios autores prominentes de la escuela cuzqueña, de revivir el indigenismo promovido en el periodo inmediatamente posterior a la independencia por escritores cuzqueños como Narciso Aréstegui, Pío Benigno Mesa y Clorinda Matto de Turner, y posteriormente a nivel nacional por Manuel González Prada.8 A pesar de sus actividades y de los esfuerzos paralelos realizados por José Carlos Mariátegui en los años veinte para promover la discusión de la realidad nacional, en oposición a una realidad puramente metropolitana, el control oligárquico de la vida política —y por lo tanto, una visión oligárquica del desarrollo histórico peruano— siguió en general intacto durante el segundo cuarto del siglo XX, aun si de vez en cuando habían de hacerse algunos compromisos ocasionales, cooptándose a disidentes potenciales a las estructuras del est ablishment. El colapso de la política oligárquica en el tercer cuarto del siglo XX desplazó el eje historiográfico de la preocupación tradicional con la metrópoli y sus grupos de elite, a una conciencia mucho mayor de la necesidad de examinar la historia del interior peruano, en general, y la historia de la población india y rural en particular. Hasta cierto punto esta tendencia fue impuesta desde arriba, en especial durante la fase más radical (1968-1975) del Gobierno Revolu- 6. 7. 8. Véase Remy, “La sociedad local”, para un mayor análisis sobre el trasfondo de la marginación de la sierra en la vida nacional peruana durante el siglo XIX. Véase, por ejemplo, Eguiguren, Guerra separatista del Perú: la rebelión de León de Huánuco y La revolución de 1814. Este tema es examinado detenidamente en Tamayo Herrera, Historia del indigenismo cuzqueño. FIDELISMO, PATRIOTISMO E INDEPENDENCIA 185 cionario de las Fuerzas Armadas, cuando la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia buscaba promover una reinterpretación de la historia colonial peruana tardía que armonizase con el nuevo énfasis que los militares daban a la justicia social, la armonía racial y el nacionalismo en la reconstrucción del Perú, luego de la revolución de octubre de 1968.9 De modo tal vez inconsciente, el proceso hasta cierto punto comprendió una revalorización del carácter definitivo, o no, de 1821 para la independencia: por ejemplo, un volumen de la vasta Colección documental publicada bajo sus auspicios reprodujo documentos relacionados con el funcionamiento del gobierno virreinal en el Cuzco, entre 1822 y 1824.10 Sin embargo, el empuje principal de la comisión fue en la dirección cronológicamente opuesta, exaltándose a Túpac Amaru como un profeta improbable de la reforma agraria y los programas nacionalizadores de Velasco.11 Curiosamente, esta tendencia (que revelaba muy poco acerca de las realidades históricas del periodo colonial tardío, y mucho sobre la superficialidad de la erudición pseudohistórica peruana de los años setenta) sobrevivió al giro derechista en la política militar de 1975, en parte debido al vigor con el que otro cuerpo oficial, la Comisión Nacional del Bicentenario de la Rebelión Emancipadora de Túpac Amaru, organizó las celebraciones por el bicentenario del levantamiento de 1780.12 Durante la década de 1980, el retorno a la presidencia de Fernando Belaunde Terry y, posteriormente, la elección de Alan García, trajeron consigo un renovado interés —por lo menos a nivel retórico— por devolver el poder político de Lima a la sierra, y específicamente por la posibilidad de crear una república federal cuya capital fuera el Cuzco, brindando así una razón más 9. Fisher, “Royalism”, pp. 232-37. 10. Colección documental de la independencia, Tomo XXII, Vol. 3: Gobierno virreinal del Cuzco, editado por Horacio Villanueva Urteaga. 11. Este tema es desarrollado en Fisher, “Imperialism, Centralism and Regionalism”. 12. Véanse, por ejemplo, las Actas del Coloquio Internacional “Túpac Amaru y su tiempo”.