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JOHN FISHER
cimientos en el campo insurgente en los días anteriores a la ejecución
de Arriaga: él insistió en que la demora en su ejecución se debió a
que Túpac Amaru estaba esperando instrucciones de cómplices desconocidos (que incluían al obispo) en la ciudad del Cuzco.23 También
dijo, para subrayar una vez más la algo confusa dimensión religiosa,
que el cadalso fue construido con los maderos de la arruinada iglesia
de Pampamarca, y que el discurso dado por un “ayudante de sacerdote” durante la ejecución afirmaba que la muerte de Arriaga debía
ser vista como una lección para quienes desafiaran al clero, una referencia evidente a las prolongadas disputas que el corregidor tuvo
con Moscoso.24
Otros observadores fueron bastante más cínicos con respecto a
las exclamaciones de lealtad de Moscoso una vez comenzada la rebelión, o de los intentos que prominentes cuzqueños hicieron por
distanciarse de toda responsabilidad en ella, o de haberla fomentado.
Entre los cínicos se encontraba el arcediano del cabildo eclesiástico
del Cuzco —el único miembro europeo de dicho cuerpo, según
él—, que en abril de 1781 no sólo insistió en que la rebelión de noviembre de 1780 era una prolongación directa de los disturbios
comenzados en febrero de dicho año, sino que además sostuvo
que todos los criollos de la Iglesia de la ciudad, el obispo incluido,
rezaban por “la victoria del enemigo”.25 Su rotunda conclusión era
que “sin un gran exterminio de Indios, y Criollos, se perderá el Reyno... El Americano es hombre de servidumbre, y si se le extrae de
ella, al punto quiere la Diadima del Reyno”.
Aunque Gálvez mismo compartía esta actitud anticriolla, en parte
debido a sus propias experiencias en la Nueva España entre 1765 y
1771, él tenía un cuadro algo más positivo de la situación, que comprendía una respuesta dual. El primer rasgo incluía la revocatoria
de los perdones que Jáuregui concediera a Diego Cristóbal Túpac
RESISTENCIA, REVUELTAS Y REBELIONES
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Amaru (primo de José Gabriel) y otros miembros de su familia en
1781, y una brutal represión de los indios que respaldaron la rebelión
durante su segunda fase en el Perú y el Alto Perú, luego que este
último fuera ejecutado en mayo de 1781.26 El segundo y más constructivo aspecto, estrechamente basado en los consejos recibidos de
Avilés, comandante militar del ejército realista, consistía en una reforma administrativa fundamental cuyas características principales
fueron el reemplazo de los corregidores con intendentes y subdelegados en 1784, y la decisión tomada en 1787 de fundar la Audiencia
del Cuzco.27 La idea, como lo explicara Gálvez a Avilés, era “quitar
p’a spre los males que padecia esa América, cortandolos de raiz por
el medio eficaz, y unico de abolir los Correxim’tos y poner en las
Provins’s Magistrados escogidos, y dotados con sueldos competentes”, de modo que “el Perú salga de una vez de su antigua anarquia, confusion, y desorden con que ha caminado precipitadan’te
por tantos años a su precipicio, y ultima ruina”.28 En julio de 1783
se ordenó el arresto y el envío a España de Diego Túpac Amaru y
otros miembros sobrevivientes de la familia de José Gabriel, precisamente una semana después de que Diego fuese ejecutado y descuartizado por, en palabras del nuevo virrey Croix, haber sido capturado
en marzo “por reincidencia en el execrable crimen de la rebelión”.29
La rebelión de los comuneros en el vecino virreinato de Nueva
Granada comenzó con un violento estallido en Socorro el 15 de marzo de 1781, cuatro meses después de que Túpac Amaru tomara las
armas en el Perú. Dos meses más tarde la rebelión pasó a ser un
26. Areche describió la decisión de Jáuregui de perdonar a los rebeldes que depusieran
las armas como algo “exorvitante” —Areche a Gálvez, 3 de octubre de 1781, AGI,
Lima, Leg. 1040— y fue especialmente crítico de la decisión virreinal de conceder
pensiones a Diego Túpac Amaru y otros miembros de su familia, lo cual “les ha
dado à su modo de Entender una señal viva de que son de la sangre de sus
Emperadores, ó Ingas que nosotros lo conocemos”: Areche a Gálvez, 29 de mayo
de 1782, AGI, Lima, Leg. 1041.
23. “Sumaria reservada resivida p’r el S’or Oydor d’n Benito de la Mata Linares s’re
averiguar el orig’n del infame Josef Gabriel Túpac Amaru, y descubrir las personas
q’e ayudar’n a la sediz’n con su influxo, o cooperaz’n en que resultan culpados los
Ugartes, año de 1783”, AGI, Cuzco, Leg. 31.
27. Avilés a Gálvez, 30 de setiembre de 1782 y 28 de enero de 1783, AGI, Lima,
Leg. 618.
24. Lewin, La rebelión de Túpac Amaru, pp. 254-73.
28. Gálvez a Avilés, 22 de setiembre de 1783, AGI, Lima, Leg. 618.
25. Simón Ximénex Villalba a Gálvez, 13 de abril de 1781, AGI, Lima, Leg. 1039.
29. Croix a Gálvez, 12 de abril de 1784, AGI, Lima, 1041.