136
JOHN FISHER
producción total del virreinato al nivel más bajo registrado desde
1786. El Tribunal de Minería tomó medidas inmediatas para subsidiar la excavación de un túnel más profundo —el socavón de Quiulacocha—, pero éste avanzó lentamente debido, en parte, a errores
fundamentales de ingeniería y seguía sin completar en el momento
de la independencia. Mientras se le daba inicio, un grupo de capitalistas limeños tuvo la audaz iniciativa de enviar un agente a Inglaterra
con 30,000 pesos en capital, con la esperanza de persuadir al inventor
Richard Trevithick para que proporcionara motores de vapor de
alta presión, los que serían usados para bombear el agua hasta el
nivel de los socavones existentes, permitiendo así que los pozos circundantes fuesen profundizados otros 110 pies más.79
El primer envío de equipos llegó al Callao en 1815, en compañía
de artesanos y un ingeniero córnicos, seguidos dos años más tarde
por el propio Trevithick, quien supervisó su instalación en Cerro de
Pasco y resolvió el problema del combustible iniciando la explotación de dos filones cercanos de carbón.80 Tres motores estaban funcionando en Cerro de Pasco a fines de 1819 y al año siguiente, en
1820, la plata registrada allí subió en 350% a 2.7 millones de pesos,
el nivel más alto registrado desde 1804, a medida que los pozos de
drenaje de los cuales se extraía agua con los nuevos motores, permitían a los mineros profundizar sus pozos y acceder a las ricas vetas
que yacían por debajo del nivel natural del agua. Fue precisamente
en este punto, como veremos con mayor detalle en el capítulo 6,
que las fuerzas patriotas enviadas desde la costa por San Martín
ocuparon Cerro de Pasco brevemente y destruyeron parte de la nueva maquinaria, además de hacer que los trabajadores huyeran.81 El
resultado inevitable fue el colapso de la producción hasta el inicio
de una recuperación gradual a partir de 1825.82
79. Los detalles de la iniciativa se encuentran en Abascal al ministro de Finanzas, 13 de
octubre de 1812, AGI, Lima, Leg. 1358.
80. Gaceta de Gobierno, 8 de febrero de 1815, AGI, Lima, Leg. 1358; Caldcleugh,
Travels in South America, 2: p. 75.
81. Pezuela, Memoria, pp. 805-807.
82. Deustua, La minería peruana, p. 244.
ECONOMÍA, DEMOCRACIA Y REAL HACIENDA
137
El movimiento de la economía peruana de base minera durante
la mayor parte de los últimos 50 años del periodo Borbón, reflejada
en el crecimiento del comercio de ultramar e interno, y en la prosperidad subsiguiente de algunos sectores manufactureros y agrícolas,
ha permitido a los modernos investigadores refutar el mito historiográfico de que el virreinato fue la víctima económica sudamericana
del programa borbónico de reforma imperial.83 Esta saludable economía sostuvo un incremento sustancial en las cuentas de las cajas
reales durante las décadas de 1760 y 1770 con respecto a las de
1740 y 1750, y una masiva expansión en la recaudación durante
los años ochenta que se mantendría durante toda la primera década del siglo XIX, no obstante una ligera caída en la de 1790, debida
principalmente al reinicio de las hostilidades entre España e Inglaterra a partir de 1796. Como lo muestra el siguiente cuadro (elaborado
a partir de los invalorables datos sobre las cajas reales publicados
por TePaske y Klein en 1982, y el análisis que Klein hiciera de ellas
en 1998), el ingreso total de las cajas reales creció casi en 50% en el
periodo 1760-1779, pero en las tres décadas subsiguientes fue más
de 200% más alto de lo que había sido en la década de 1750.84
INGRESO ANUAL ESTIMADO DE LAS CAJAS REALES
DEL BAJO PERÚ,1740-1809
(millones de pesos)
DÉCADA
1740-1749
1750-1759
1760-1769
1770-1779
1780-1789
1790-1799
1800-1809
INGRESO ANUAL
ÍNDICE
1’847,717
1’921,581
2’672,469
2’730,640
5’846,004
5’373,077
5’907,361
100
104
147
148
216
191
220
83. Sin embargo, algunas obras relativamente recientes reiteran el mito: por ejemplo,
Anna, The Fall of the Royal Government, pp. 2-4.
84. Véase en particular Klein, The American Finances of the Spanish Empire, p. 38,
que desagrega estas cifras por caja y región.