74 JOHN FISHER GOBIERNO, DEFENSA E IGLESIA
75 más tarde acusó al virrey y sus consejeros—“ aquellos descritos aquí como la clase de la nobleza”— de estar directamente involucrados en los violentos disturbios ocurridos a comienzos de 1780 en Arequipa, Cuzco y varios otros pequeños poblados peruanos, en contra de las innovaciones fiscales introducidas por el visitador para remozar la maquinaria administrativa de la Real Hacienda y, en particular, incrementar las rentas de la Corona procedentes del impuesto a las ventas y el tributo. 24
Gálvez aceptó sin reservas la veracidad de las acusaciones que Areche hiciera en contra de Guirior, comunicándole al recién nombrado virrey Teodoro de Croix( 1784-1790) en 1783, cuando se preparaba para viajar al Perú, que los disturbios de 1780 habían sido estimulados por el débil gobierno del virrey, y que al sugerir Guirior en 1780 que Areche fuese llamado a la península, la respuesta del rey había sido una firme decisión en sentido contrario:“ Su Majestad decidió destituir a D. Manuel Guirior del virreinato para evitar que continuara su ayuda e inmoderado apoyo a la conmoción causada por sus difamaciones contra las medidas de este Ministro”. 25
En el lapso que media entre la destitución de Guirior en 1780, y el arribo a Lima de Croix, en abril de 1784, el cargo de virrey fue ejercido por Agustín de Jáuregui, un experimentado soldado que antes había servido en la capitanía general de Chile. 26 Jáuregui llegó a Lima en julio de 1780 y estaba haciendo frente al alto costo de fortalecer las defensas costeras en previsión de posibles incursiones británicas, luego de que España entrara a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, cuando, cinco meses más tarde, extensas zonas de la sierra sur cayeron en el caos debido al estallido del levantamiento general indígena— la rebelión de Túpac Amaru— que muchos observadores habían venido prediciendo como una
24. Areche a Gálvez, 12 de mayo de 1780, citado en Loayza, Preliminares del incendio, p. 128. Para mayores detalles sobre los disturbios de 1780 véanse Cahill,“ Taxonomy of a Colonial‘ Riot’” y el capítulo 5.
25. Gálvez a Croix, 28 de marzo de 1783, AGI, Lima, Leg. 640. 26. Para mayores detalles de su carrera véase el apéndice 1. consecuencia inevitable de la incapacidad de las autoridades virreinales para detener los abusos fiscales que los corregidores cometían contra las comunidades indias. 27
El debate historiográfico sobre los objetivos fundamentales de la rebelión de Túpac Amaru sigue enfrentando a los investigadores— como se explica en el capítulo 5, ella puede ser interpretada como un movimiento reformista que buscaba mejoras puntuales en la estructura de gobierno, como una genuina, aunque precoz, puja por la independencia, o como una protesta ambigua con un programa reformista mal definido—, pero lo que no se discute es que su impacto aceleró el proceso de implementación de reformas administrativas fundamentales en el virreinato peruano, que había comenzado a estancarse debido a la pugna entre Areche y los intereses alineados en contra suya en Lima. 28
A comienzos de 1780, Areche ya estaba convencido de que las protestas anti-fiscales de Arequipa y de otros lugares habían sido estimuladas por algunos corregidores que se oponían a sus muy promocionados planes de imponer un control más estricto sobre los repartimientos y poner coto a los fraudes cometidos en el cobro del tributo:“ los corregidores”, se quejó en abril de 1780,“ secretamente han hecho y están haciendo la guerra a las aduanas”. 29
27. Por ejemplo, en un informe del 10 de abril de 1776( AGI, Indiferente General, Leg. 1713), el obispo de Arequipa había advertido de los peligros que había en permitir que el sistema del reparto continuara, pero la complaciente respuesta que Guirior diese a la real cédula del 12 de enero de 1777, que le ordenaba investigar sus quejas, aseguraba que los abusos reportados ya no existían: Guirior a Gálvez, 27 de octubre de 1777, AGI, Indiferente General 1713. Esta versión de los eventos fue contradicha por los detallados informes que los curas de toda la diócesis remitieran al obispo de Arequipa en 1778. Por ejemplo, el cura de Chivay le informó el 16 de julio de 1778 que el repartimiento no sólo llevaba a los corregidores al pecado, sino que además causaba“ grabissimas, lamentables y fatales consequencias para los miserables e infelices indios”( BNP, Ms. C4014).
28. Para un examen más detallado de este tema véase Fisher,“ La rebelión de Túpac Amaru”.
29. Areche a Gálvez, 12 de abril de 1780, citado en Palacio Atard,“ Areche y Guirior”, p. 45.