COMUNICACIÓN | Page 159

310 JOHN FISHER sobrino del virrey Avilés.23 Su ausencia en España en 1809 probablemente salvó su puesto en un momento en que la Junta Central —respaldada algo a regañadientes por el virrey Abascal, quien se daba cuenta de que era necesario hacer algún gesto simbólico para satisfacer la opinión criolla— retiró de sus cargos a varios peninsulares que habían servido durante largo tiempo y los reemplazó con intendentes nacidos en América.24 Hay ciertas evidencias de que Gil se benefició con la protección de su tío durante sus primeros años en Trujillo y, a la inversa, de unas malas relaciones con Osorno, con quien tuvo una áspera disputa al negarse el virrey a destituir a un subdelegado de Piura acusado por el intendente de haber cometido abusos financieros.25 En una relación de sus servicios de 1819, el intendente sostenía haber sido especialmente activo en promover la administración pública —incluyendo el pavimentado y la iluminación de las calles en su ciudad capital— y mejorar caminos y puentes.26 Gil parece haber gobernado Trujillo con mano firme, lo que hizo que en 1813 se le acusara de interferir con las elecciones celebradas para elegir a los diputados provinciales ante las Cortes.27 La solicitud que le hiciera a Pezuela en 1820, pidiendo permiso para retirarse debido a su mala salud, llevó a la funesta decisión del virrey de reemplazarle con el marqués de Torre Tagle, quien tomó a su cargo Trujillo en agosto y se declaró a favor de la independencia en diciembre.28 Gil regresó a España en 1821, después que San Martín proclamara la independencia en Lima, 23. Título, 28 de marzo de 1792, AGI, Lima, Leg. 630. Su licencia inicialmente era por dos años, pero le fue ampliada para compensar las dificultades causadas por la caída de Buenos Aires en manos inglesas en 1806. 24. Fisher, Government and Society, pp. 206-207; Abascal al ministro de Estado, 21 de junio de 1811, AGI, Lima, Leg. 625. LOS INTENDENTES 311 y fue intendente de Sevilla durante el segundo periodo constitucional, y posteriormente intendente de Orense.29 GONZÁLEZ DE NAVARRO 30 Mendiburu alaba a este oficial de ejército nacido en España, que había alcanzado el rango de coronel cuando se le nombró intendente de Puno en 1799, por ser un “mandatario de providad, inteligencia y dedicación”.31 González consolidó los esfuerzos de su predecesor (Samper) por integrar su provincia al virreinato del Perú después de que ésta fuese devuelta por el Río de la Plata en 1796: sus logros especialmente notables incluyen el establecimiento de un Cabildo en su ciudad capital, la organización de una milicia y los enérgicos esfuerzos por aliviar a las comunidades indígenas de la provincia de su obligación residual de enviar mitayos a Potosí. Su presencia en Cádiz en 1812, en donde publicó un panfleto criticando los esfuerzos de los diputados americanos por alcanzar la igualdad de representación para todos los habitantes de América en las Cortes, sin considerar su color, sugiere que sus tendencias liberales eran moderadas.32 GONZÁLEZ DE PRADA 33 Nacido en 1751 en Entrepeñas (Sanabria), en el seno de una vieja familia terrateniente, González emigró a América en 1783 después de tener una educación convencional en Madrid, para así iniciar su carrera como un funcionario provincial de la Real Hacienda en el virreinato del Río de la Plata (Salta, 1783-1788; Cochabamba, 1788-1801).34 Después de servir 25. Osorno a Gil, 17 de marzo de 1797, AGI, Lima, Leg. 763. 29. En AGI, Lima, Leg. 1024, hay ciertas referencias a que en 1823, después de restaurarse el absolutismo, fue absuelto del cargo de haber sido excesivamente liberal mientras fue intendente de Sevilla. 26. “Relación de los méritos y servicios”, AGI, Lima, Leg. 1120. 30. Mendiburu, Diccionario, 4: pp. 156-57. 27. Representación de Miguel Tinoco, Juan Alejo Palacios y José María Núñez, 13 de setiembre de 1813, AGI, Lima, Leg. 799; en AGI, Lima, Leg. 764, se encuentra el acta de la elección supuestamente manipulada para asegurar la victoria de los diputados favorecidos por el intendente. 31. Título, 23 de julio de 1799, AGI, Lima, Leg. 630. 32. Los detalles de la polémica sobre la representación se encuentran en King, “The Coloured Castes”. 28. Para mayores detalles véase Vargas Ugarte, Historia general, 6: pp. 125-28. 33. Mendiburu, Diccionario, 4: p. 158-60.