COMUNICACIÓN | Page 150

294 JOHN FISHER LOS PRESIDENTES-INTENDENTES DEL CUZCO
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De ahí regresó al Perú por Buenos Aires, en donde fue asistente del virrey Pedro Melo de Portugal hasta finales de 1797. Bien ubicado en Arequipa como terrateniente y comerciante— también fue alcalde en por lo menos dos ocasiones( 1808 y 1815)—, Tristán parece haber tenido la oportunidad de poner su experiencia militar a disposición de los realistas a partir de 1809, sirviendo en el Alto Perú bajo el mando de Goyeneche, inicialmente con gran éxito. 30
Tristán regresó a Arequipa luego de sus derrotas en Tucumán y Salta en 1812-1813, donde dirigió destacamentos realistas con el rango de brigadier, y allí se redimió a sí mismo en la frustrada defensa de la ciudad de las fuerzas de Pumacahua, no obstante la victoria rebelde en Apacheta; además logró evitar ser capturado, a diferencia del mariscal de campo Francisco Picoaga y el intendente( José Gabriel Moscoso), que fueron ejecutados. En cierto sentido su desgracia le fue beneficiosa a Tristán, quien sería intendente interino de Arequipa al retirarse los rebeldes después de ocupar la ciudad brevemente. Hay evidencias de que lo hizo con relativo tacto, perdonando a los ciudadanos sospechosos de haber colaborado con los invasores. 31 Posteriormente, como presidente del Cuzco, fue más riguroso al intentar recuperar la plata y las joyas de la familia y amigos de José Angulo, supuestamente escondidas cerca de Abancay unos cuantos días antes de que Ramírez le capturara y ejecutara en marzo de 1815. 32
No está claro si Tristán alguna vez recibió del rey una confirmación formal de su nombramiento como presidente, pero es claro que La Serna ya le consideraba el titular para cuando éste mudó su cuartel general al Cuzco en diciembre de 1821. 33 En agosto de 1822 ya había sido promovido a mariscal de campo y en dicho mes el virrey le concedió licencia para que regresara a Arequipa por seis meses, citando razones tanto de salud como de negocios, y nombrando como su reemplazante temporal al brigadier Alejandro González Villalobos. 34 Al final, su licencia fue más larga y la presidencia temporal pasó primero al mariscal de campo Antonio María Álvarez y, al enfermar éste, al general Francisco Sanjuanena. 35 El resultado— no está claro si fue algo planeado o por azar— fue que Tristán siguió en Arequipa durante los decisivos meses finales de 1824. En una tibia muestra de desafío, la Audiencia del Cuzco le nombró virrey del Perú al enterarse de la capitulación realista, pues era el oficial de mayor graduación que escapase de Ayacucho. 36 Parece que quiso intentar reunir las fuerzas realistas de Arequipa y Cuzco, pero al garantizarle Sucre la seguridad de quienes ya estaban bajo custodia( conjuntamente con una amenaza de que quienes todavía resistiesen serían“ castigados hasta con la [ pena ] capital”), se hizo a un lado para permitir que Gamarra jurase como prefecto y comandante militar del Cuzco a finales de diciembre. 37 Tristán, por su parte, permaneció en Arequipa, donde fue prefecto en 1832-1833, ministro de asuntos extranjeros de la Confederación Perú- Boliviana en 1836-1837 y presidente provisional del Estado Sud-Peruano en 1838-1839. Poco después de la batalla de Yungay, en 1839, Tristán decidió, al igual que muchos otros arequipeños, que el regionalismo del sur peruano era una fuerza agotada y que el futuro consistía en retirarse de la política y concentrarse en su carrera empresarial en Lima, en donde falleció en 1860.
30. Las actividades de la familia Tristán figuran prominentemente en los archivos notariales de Arequipa. En 1808, por ejemplo, Juan Pío compró una nave y el cargamento de guano que ésta llevaba de Copiapó al Callao: ADA, Protocolos, Rafael de Hurtado( 1808), ff. 55-59.
31. ADA, Protocolos, Francisco Javier de Linares( 1815), ff. 210-11, tiene los pormenores de la liberación de Domingo Vargas, acusado de“ conección y adicción q’ e ha tenido con los Insurg’ tes Revolucionarios del Cuzco, Pumaccahua y Angulo; no menos llebandole la Pluma”, al recibírsele la fianza a cuenta de su futuro buen comportamiento.
32. ADC, Real Audiencia, Archivo Notarial de don José Izquierdo, Leg. 19, tiene detalles de la investigación ordenada por Tristán el 2 de octubre de 1818.
33. Hay más detalles en la Colección documental, Tomo XXII, 1: pp. 5-7.
34. La Serna a“ regente accidental”, 20 de agosto de 1822, ADC, Real Audiencia, Leg. 178.
35. La Serna a regente, 18 de octubre de 1824, ibid. 36. García Camba, Memoria, p. 285; Torrente, Historia, 3: p. 507.
37. Los detalles sobre la jura de lealtad a Gamarra por parte del Cabildo y otras corporaciones se encuentran en Gamarra a José de Cáceres, 30 de diciembre de 1824, ADC, Periódicos, libro 2A, f. 11.