COMUNICACIÓN | Page 117

228 JOHN FISHER posterior a la independencia —concluyen los autores—, simplemente reflejaba el hecho de que si bien quienes fueron marginados por el sistema colonial lograron destruir el Estado virreinal, no tenían la suficiente cohesión como para desarrollar “un proyecto nacional común y cohesivo”.3 Sin embargo, “el conflicto continuó, y las montoneras negras en la costa y los campesinos en los Andes continuaron asediando a los regímenes conservadores durante las primeras décadas republicanas”.4 Aunque esta interpretación refleja más los deseos que la realidad en lo que respecta a la participación popular en la conformación del Perú republicano, tiene algún sustento, pues la expulsión de los peninsulares —así como la decisión de algunos criollos prominentes de retirarse a España durante las etapas finales del proceso independentista— ciertamente abrió las puertas a los capitalistas nativos de la nueva república y les permitió ejercer un grado de autoridad política y económica sin precedentes, por lo menos hasta que tuvieron que enfrentar el problema de atraer la inversión extranjera con que llenar el vacío dejado por los capitalistas que habían partido.5 Los primeros viajeros extranjeros a América Latina ya habían formulado rotundas advertencias sobre las pobres perspectivas que el comercio y la inversión tenían en la región incluso antes de que el breve boom inversionista británico colapsara en 1825, lo que hizo que los desilusionados empresarios regresaran a Londres ansiosos por publicar impresiones negativas sobre el Perú que desanimasen a otros posibles colegas. Por ejemplo, Gilbert Mathison, quien viajase por Brasil, Chile y Perú entre 1821 y 1822, advirtió claramente lo siguiente: las perspectivas que América del Sur exhibe son menos brillantes de lo que los amigos de la humanidad desearían, o que el común de las personas están dispuestas a aceptar.6 LA HERENCIA BORBÓNICA 229 De igual modo Edmond Temple, quien viajase bastante por Perú y Bolivia a nombre de la Asociación Minera de Potosí, La Paz y Perú antes de su colapso definitivo en 1826, publicó también una relación sesgada de sus experiencias, culpando de sus desventuras no sólo a los irresponsables y codiciosos políticos peruanos, sino también a los ignorantes e ilusos accionistas de su país.7 El resultado inevitable fue que hasta el advenimiento de la era del guano, la economía exportadora peruana —lejos de atraer la atención malsana de los capitalistas extranjeros, criticados por los teóricos de la dependencia— experimentó un crecimiento extremadamente lento, no obstante la mejora en los términos de intercambio producida por el colapso de los precios de los bienes europeos (principalmente británicos) de lana y algodón. Como lo demostrase Gootenberg, los estadistas peruanos no estuvieron del todo indefensos y faltos de objetivos en su manejo de la política económica entre 1824 y 1850, pero el principal determinante de su integración a la economía mundial después de la independencia fue el nivel de producción de plata, como lo fuera ya durante el periodo borbónico tardío.8 En términos de su economía, para el Perú la obtención de su independencia fue parte de un proceso de lenta transición, pero en el corto plazo las condiciones económicas de la república durante las dos primeras décadas de su existencia nacional apenas si difirieron de las que encontramos antes de 1810. El aspecto de Lima, con sus espléndidas edificaciones borbónicas, apenas si cambió a comienzos de la república, pues no fue sino hasta que las nuevas riquezas procedentes del guano comenzaron a fluir a las arcas públicas y privadas que las edificaciones neoclásicas del siglo XVIII comenzaron a ser opacadas por nuevas e impresionantes construcciones, en especial durante las presidencias de Ramón Castilla (1845-1851, 1855-1862) y José Balta (1868-1872).9 Durante 3. Ibid., p. 58. 4. Ibid., p. 41. 7. Temple, Travels, pp. 2, 270-74. 5. Dawson, The First Latin American Debt Crisis, presenta un excelente análisis sobre el abortado boom inversionista de 1822-1825. 8. Gootenberg, Between Silver and Guano; para la recuperación de la minería véase Deustua, La minería. 6. Mathison, Narrative, p. 358. 9. Méndez Guerrero, Pacheco Vélez, Ugarte Eléspuru, Lima, pp. 38-39.