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JOHN FISHER
res”.134 La Serna mismo, picado por los pedidos de las provincias
circunvecinas de que explicase estas afirmaciones, así como por la
denuncia directa que Olañeta hiciera de sus aparentes intenciones,
le informó al rey en marzo de 1824 que el comentario del 26 de
noviembre no se había referido a otra cosa que a la inminente apertura de la ceca, y que las invocaciones al “imperio peruano” de la quincena anterior habían estado basadas en el supuesto de que éste
seguiría siendo gobernado por Fernando VII.135 El virrey admitía que
Rico le había mostrado el texto ofensivo el día antes de su publicación, pero sostenía haberle prestado poca atención “porque no
soy de los que se saborean ó reclamen con sus propias alabanzas”.
La Serna había escrito un despacho distinto unos días antes de estas
explicaciones, en el que denunciaba la insubordinación de Olañeta
y ofrecía, tal vez de modo significativo, renunciar al mando en favor
de Canterac si se le ordenaba dirigirse a Madrid para justificar las
acciones realizadas durante los tres años anteriores.136 El virrey y el
principal funcionario del Estado en el Cuzco intercambiaron cartas
en el lapso que medió entre la publicación de estos artículos en noviembre de 1823, y los intentos del virrey de restarles importancia
en marzo de 1824, referentes a “el Préstamo de dos millones de
pes os q’e V. Ex’a se propone solicitar de las Naciones extrangeras”.137
Se hizo una referencia al paso a la infortunada “guerra civil” que había paralizado algunas de las fuentes tradicionales de rentas, pero se
predecía que incluso bajo estas circunstancias, el Estado estaría en
condiciones de reunir un ingreso anual de casi tres millones de pesos
para garantizar el principal y los intereses del préstamo proyectado.138
134. “El Virrey a los Peruanos”, 12 de noviembre de 1823, El Depositario, Nos. 101, 19
de noviembre de 1823, ADC, Periódicos, Libro 1, f. 336.
135. La Serna al ministro de Guerra, No. 127, 20 de marzo de 1824, en Valdés,
Documentos, 4: pp. 115-22.
136. La Serna al ministro de Gracia y Justicia, 15 de marzo de 1824, AGI, Aud. de Lima,
Leg. 762. El virrey advirtió el 20 de marzo que a menos que Olañeta se sometiese,
sus anteriores triunfos serían enterrados en la “hedionda tumba de los Pizarros,
Almagros, Girones, Tupacamaros, Angulos...”: Valdés, Documentos, 4: p. 122.
137. Ministro del Estado a La Serna, 3 de enero de 1824, ADC, Tesorería Fiscal, Libros
Varios, Libro 15.
FIDELISMO, PATRIOTISMO E INDEPENDENCIA
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Rico, el editor de El Depositario, recibió una entusiasta recomendación de La Serna en abril de 1824, cuando exitosamente solicitó permiso para retornar a España: el virrey le describió como un
“hombre de honor” cuyos “impresos... han producido el descrédito
de los rebeldes”, añadiendo que “nadie sino Rico h’a impugnado
con más tezón y decisión el sistema revolucionario”.139 Estos comentarios sugieren que el virrey no le tenía mala voluntad, y ayudan a
sustanciar las sospechas de que él, en realidad, había participado en
el lanzamiento de la idea de una entidad autónoma gobernada desde
el Cuzco. Además, no cabe duda alguna que Rico había sido un
eficaz propagandista de la causa realista, brindando durante casi
tres años una plataforma donde publicar tanto nuevas de los éxitos
militares como comentarios políticos que a menudo eran bastante
sutiles: en enero-febrero de 1823, por ejemplo, varios números de
la Gaceta Extraordinaria traían informes detallados de los éxitos
alcanzados por Valdés y Canterac en y alredor de Torata, mientras
que, en el frente político, José de la Riva Agüero fue efectivamente
denunciado en mayo de ese año como “un criminal” y como un
presidente “de una república imaginaria”.140
El manejo de las noticias en el Cuzco se hizo menos diestro para mediados de 1824, al haber partido Rico. Por ejemplo, el 15 de
mayo la Gaceta llevaba nuevas sobre el deseo de La Serna de renunciar como virrey, y tres meses más tarde se publicó la proclama
de Bolívar del 15 de agosto, anunciando la victoria patriota de Junín
y alabando al “bravo Olañeta”, que operaba en el Alto Perú “con
un ejército verdaderamente patriota y protector de la libertad”.141
En setiembre, los funcionarios de mayor jerarquía se hallaban más
138. El rubro principal en el ingreso proyectado —la “única contribución de Naturales
ó Tributos”— figuraba dando 1’250,000 pesos de un total de 2’870,000 pesos.
139. La Serna al ministro de Estado, 2 de abril de 1824, AGI, Aud. de Lima, Leg. 762.
Como ya señalamos, Rico no pasó más allá del Callao.
140. Gaceta Extraordinaria, No. 3, 26 de enero de 1823; No. 31, 28 de enero de 1823;
No. 32, 31 de enero de 1823; No. 33, 23 de febrero de 1823; El Depositario, No. 82,
6 de mayo de 1823, ADC, Periódicos, Libro 1, ff. 209-11, 235, 250-51.
141. Gaceta No. 49, 15 de mayo de 1824, y proclama de Bolívar, Huancayo, 15 de
agosto de 1824, ADC, Periódicos, Libro 1, ff. 388, 404.