220 JOHN FISHER FIDELISMO, PATRIOTISMO E INDEPENDENCIA
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Cuzco para 1821, cuando éste rindió no menos del 60 %( 273,000 pesos) de una renta total de 454,000 pesos de los ramos de Real Hacienda. Esto era más de cuatro veces la suma proporcionada por el segundo rubro más grande, a saber, la renta de las alcabalas y estancos. 126
La llegada del ejército realista a Huancayo trajo consigo un incremento sustancial en los gastos militares: a mediados de 1822, tan sólo la paga consumía 40,000 pesos al mes. 127 Hasta cierto punto, esto benefició a la economía regional, sobre todo al sector textil, que experimentó un incremento en la demanda de uniformes. 128 Además, la elite de la ciudad era consciente de ciertos beneficios simbólicos, no obstante la inevitable impopularidad de varias de las medidas tomadas para incrementar las rentas de la Caja Real del Cuzco, que subió en un 43 % en 1823. 129 Uno de estos beneficios era la apertura de una ceca, lo cual era necesario debido a las dificultades cada vez mayores para enviar la plata piña y de las iglesias a Potosí, para que fuera acuñada. 130 Aún más importante fue que el
Huancavelica sobre el cobro de los préstamos forzosos. Gabriel Pérez a Canterac, 8 de abril de 1823, refiere los problemas existentes para realmente reunir el dinero en“ este pobre vecindario” de Huancavelica.
126.“ Estado de las entradas de caudales de la Hacienda Nacional...”, 3 de setiembre de 1822, ADC, Intendencia, Real hacienda, Leg. 225.
127. Las cuentas mensuales en 1822 en“ Relación del importe de los Presupuestos de los Cuerpos en el mes de la fecha...” se encuentran en ADC, Tesorería Fiscal, Ejército Realista, Leg. 313. Otros gastos detallados en este legajo comprenden los pagos hechos a espías, y a cuenta del establecimiento de un hospital militar en Jauja.
128. Ministro del Tesoro a La Serna, 12 de marzo de 1823, ADC, Tesorería Fiscal, Libros Varios, Libro 15, informa haber proporcionado 49,000 pesos en 1822 para“ la construcción de vestuarios del Ex’ to”. Los detalles sobre el envío de 42,500 varas de tela para las fuerzas realistas de Potosí, en 1823, procedentes de la“ fábrica de D’ n Andrés Suárez de Villamil”, se encuentran en ADC, Intendencia, Gobierno Virreinal, Leg. 160.
129. Ministro del Tesoro a La Serna, 21 de febrero de 1824, ADC, Tesorería Fiscal, Libros Varios, Libro 15, informa que los ingresos totales en 1822( incluyendo los ramos propios, particulares y ajenos) fueron de 936,000 pesos, y 1’ 335,555 pesos en 1823.
130. Ministro del Tesoro a La Serna, 19 de agosto de 1824, ADC, Tesorería Fiscal, Libros Varios, Libro 16.
Cuzco no sólo había asumido la responsabilidad por la supervisión fiscal de las cajas de La Paz, Potosí y Oruro, sino también el control de la administración eclesiástica del Alto Perú en virtud a la presencia del virrey. 131
Hay ciertos indicios de que a fines de 1823, este proceso gradual de consolidación de la autoridad en el Cuzco iba despertando el sentir de que una entidad peruana independiente que incluyera al Alto Perú, podría darle la espalda a Lima y a la costa de modo más permanente. La expresión más articulada y mejor conocida de esta posibilidad apareció en forma de verso en El Depositario de Rico, el 9 de noviembre de 1823, bajo el título de“ Sueño anacreóntico”. Allí se parecía conjurar la visión de un imperio independiente gobernado por La Serna, que se extendería desde Tupiza( en el extremo sur del Alto Perú) hasta Tumbes, al norte. 132 Se prestó especial atención a una afirmación que rezaba así:“ O La Serna establece / el imperio peruano / o nadie lo preserva / de infinitos estragos”, o a la que apareciera en un número posterior( 26 de noviembre) según la cual“ los días se acercan, y acaso en el Cuzco se datarán unos actos que recuerden con gratitud las futuras generaciones”. 133 Es más, un número intermedio( 19 de noviembre) llevaba un tranquilizador mensaje de La Serna sobre sus éxitos militares en el Alto Perú en los tres meses anteriores, y una promesa de que la guerra pronto terminaría“ por medio de tratados o de operaciones milita-
131. La Serna al ministro de Gracia y Justicia, 10 de marzo de 1824, AGI, Aud. de Lima, Leg. 762, informa sobre las medidas tomadas en colaboración con los obispos de Charcas, La Paz y Santa Cruz( así como con los de Arequipa y el Cuzco) para realizar concursos con los cuales cubrir los beneficios vacantes. La Serna reportaba que todo había ido bien salvo en Charcas, en donde“ el criminal Olañeta” había suspendido todo el proceso con el argumento de que éste violaba la inmunidad eclesiástica. Se encuentran mayores detalles en la“ Relación de los eclesiásticos elegidos y mandados presentar para los curatos de La Paz”, 1824, ADC, Intendencia, Gobierno Virreinal, Leg. 160.
132. El Depositario, No. 100, 9 de noviembre de 1823, en Valdés, Documentos, 4: pp. 500-504. El artículo incluye comentarios despectivos sobre“ la república de los limeños” y su“ director político”( Bolívar).
133. Ibid., No. 103, 26 de noviembre de 1823, citado en Valdés, Documentos, 4: p. 115.