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JOHN FISHER
contraba el editor de El Sol (Cuzco), quien lo describió en 1825
como “este loco” y como “el periodista más estrafalario que ha tenido el gobierno español”.102 La Serna, sin embargo, le alabó por ser
el único funcionario civil que dejó Lima con él, y en 1825 Rodil le
permitió seguir publicando El Depositario en el Callao, enviando
copias regularmente a Manuel Blanco Encalada (el comandante chileno del bloqueo naval de la fortaleza) y alabando el “buen humor”
del editor.103
Tras evacuar Lima, La Serna se estableció inicialmente en Huancayo, que fue una excelente base en donde obtener provisiones del
fértil valle del Mantaro, así como para atacar a las montoneras que
habían vuelto notoria a la región. El ejército de Canterac siguió
usando a Huancayo como su base principal hasta 1824.104 Sin
embargo, La Serna mismo pronto fue persuadido de trasladarse al
Cuzco, al cual describiera en setiembre de 1821 como la “antigua
capital del Perú, y centro de que podía dar impulso más facilmente
en todas direcciones a las operaciones militares, y a las Providencias
del Gobierno y Estado que convienen en tan extraordinarias circunstancias”.105 La idea de elevar el status del Cuzco al de capital
virreinal fue aceptada con entusiasmo por su Audiencia, la cual urgía
al virrey en noviembre a que abandonara “el obscuro pueblo de
102. El Sol, No. 10, 5 de marzo de 1825, ADC, Periódicos, Libro 2A, f. 31v.
103. Rodil, Memoria, p. 261. Mendiburu posteriormente calificó a este órgano como
“en verdad un depósito de insulsas producciones de desvergüenzas y aun
obscenidades” que contenía “observaciones vulgares mezcladas con cuentos ridículos
y sucios”: Mendiburu, Diccionario, 7: pp. 75-76. Una muestra de lo que le molestó
la brinda El Depositario, No. 100, 9 de noviembre de 1823 (reproducido en Valdés,
Documentos, 4: pp. 503-504), que insultaba tanto a Bolívar como a Sucre, sugiriendo
que el primero, “el virote”, “será enterrado en mierda hasta el cogote/y el duelo de
su entierro, bajo y sucio/sólo lo podrá hacer Sucreprepucio”.
104. Una valiosa fuente para las actividades del ejército es el Boletín del Ejército Nacional
de Lima (Huancayo y Jauja), 19 números del cual se encuentran en ADC, Periódicos,
Libro 1, y comprenden el periodo entre el 20 de abril y el 28 de octubre de 1822.
105. La Serna al secretario de Gracia y Justicia, 11 de setiembre de 1822, AGI, Aud. de
Lima, Leg. 762.
106. Audiencia a La Serna, reservada, 11 de noviembre de 1821, ADC, Real Audiencia,
Libro 3.
FIDELISMO, PATRIOTISMO E INDEPENDENCIA
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Huancayo”, carente de “ciudadanos de rango, e ilustración”, en favor
de “la Corte de los Yncas”.106
Esta invocación a la tradición indígena de la ciudad resulta especialmente llamativa, pues tres de los cuatro ministros que firmaron
la carta confidencial no sólo eran peninsulares, sino que hasta ese
entonces habían defendido la necesidad de transferir el Tribunal del
Cuzco —en donde, pensaban, “los magnates” tenían una larga tradición de respaldar proyectos revolucionarios— a la base más segura
de Arequipa.107 La Serna mismo tendió a restarle importancia al
significado simbólico de su mudanza al Cuzco, concentrándose más
bien en los beneficios prácticos; asimismo intentó minimizar la pompa
asociada con su entrada formal en la ciudad el 30 de diciembre de
1821.108 Por su parte, el cabildo de la ciudad escribió al rey en abril
de 1824, solicitando la confirmación oficial del Cuzco como capital
virreinal. Si bien ya era redundante en diciembre por la batalla de
Ayacucho, este paso sugiere que a fines del periodo colonial los
dirigentes cívicos encontraban una mejor garantía de sus intentos
por afirmar la identidad regional en el fidelismo, antes que en la
insurgencia.109
107. Véase la nota 31. La campaña de la Audiencia a favor de la transferencia comenzó
en 1815, apenas dos días antes de que fuera reinstalada en el Cuzco, luego de la
supresión de la rebelión de Pumacahua: Audiencia a Pezuela, reservada, 15 de
abril de 1815, ADC, Real Audiencia, Libro 3. Los ministros en funciones en 1821
eran José Darcourt, Bartolomé Mosquera de Puga, Martín José de Mújica (todos
ellos peninsulares) y el criollo Santiago Corbalán: los detalles de sus carreras se
encuentran en Burkholder y Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia
Ministers, pp. 92, 98, 226-27, 231.
108. Audiencia al virrey, 29 de diciembre de 1821, ADC, Real Audiencia, Libro 3. En
esta carta el tribunal se oponía a su plan de celebrar ciertas ce remonias en su casa
y no en el local de la Audiencia. Los detalles del costo sustancial de las ceremonias
públicas se encuentran en “Cuadernos de los gastos imprendidos en la recepción
del Ex’mo Sr. Virey”, ADC, Intendencia, Real Hacienda, Leg. 225.
109. No se ha ubicado el documento original, pero un resumen en AGI, Lima, Leg.
1024, dice: “Cuzco 8 de abril de 1824. El Cavildo Real de la Ciudad Expone: Que
para la seguridad de aquellos dominios y conservación de orden en ellos se hace
indispensable el que para el futuro se establezca en ella la Capital de aquel Virreynato
que se há llamado de Lima, pues concurren en el Cuzco las circunstancias singulares
de su seguridad local, de su abundancia, su sanidad, y establecida opinión; cuyo
conjunto de ventajas tan especiales al intento, no reune otra alguna de las de aquel