Múltiples, lo trata muy extensivamente pero talvez uno de
los principales aspectos de su libro que se pueden aplicar
en este caso es que dos de los tipos de inteligencia es la
intrapersonal y la interpersonal. La intrapersonal consiste
en conocerse uno mismo objetivamente y la interpersonal
consiste en entender a las otras personas y saber manejarlas
en cierto grado. También es cierto que en su libro trata
un tema muy importante y es que el desarrollo de las
inteligencias depende mucho de qué sea lo que se refuerce
en la sociedad y en el sistema educativo del individuo. Esto
viene a jugar un papel crucial ya que los individuos del
equipo del hospital pueden ser interdisciplinarios y venir de
distintas universidades como se mencionó anteriormente.
Todo esto viene a recalcar la diversidad de las personas
involucradas, así como la necesidad de análisis pertinente
a la hora de formar un equipo.
También se deben tomar en cuenta aspectos
como inteligencia emocional, sobretodo en el campo de
salud. No todos las áreas de la salud son tan demandantes
emocionalmente como el área de emergencias, pero sí
es necesario tener dominio de sus emociones en todo
momento y más importante, saber detectar y manejar las
emociones de los integrantes del equipo así como los de
los pacientes. Cómo si fuera poco, deben saber sobrellevar
la carga de estrés que naturalmente acarrea el trabajo así
como el agotamiento producido por largas horas laborales
(incluyendo el hecho de que no siempre pueden dormir
las horas necesarias ni comer en horas fijas, estar mucho
tiempo de pie, etc). Todo esto incide sobre las emociones
y las reacciones que una persona pueda tener ante un
conflicto.
En su libro, Daniel Goleman (2011) menciona que
“el estrés emocional estupidiza a la gente”, a lo que se
refiere con esto es que a veces las personas en un momento
de enojo o tristeza, dejan que las emociones dominen
sobre la razón y es ahí donde pueden ocurrir errores fatales
o accidentes. También se debe agregar que, según el autor,
una persona puede experimentar emociones basadas en
la asociación de un evento con otro ocurrido en el pasado.
¿Qué pasaría si los integrantes de un equipo eligen a María
pero no la conocen lo suficientemente bien para saber
que fue abusada de joven y ahora tiene que ayudar a un
hombre que le recuerda físicamente a la persona que la
abusó? Las emociones ligadas a ese encuentro van a ser tan
fuertes que pueden provocar accidentes o que María haga
algo de lo que se puede arrepentir después. Todo esto por
no haber recibido capacitación necesaria en inteligencia
emocional, falta de comunicación con sus compañeros y
formación del equipo equivocada para esta labor.
A todo esto debe agregarse que la diversidad
de personas que pueden integrar esos equipos. Puede
encontrarse la diversidad por edad (la llegada de los
millenials a la fuerza laboral), por género, por campo
profesional. Según Paul Vanderbroeck y Jean-Blaise
Wasserfallen (2017) la diversidad en los equipos de
profesionales en salud puede potenciar el desempeño del
equipo, pero si no se asimila bien puede crear un círculo
vicioso que constantemente traiga abajo el funcionamiento
del equipo. Depende, por un lado, de la identidad social en
el ambiente de trabajo concebida por el individuo.
Esto quiere decir, que por ejemplo en el caso de
género, el proceso de pensamiento sería: “yo soy mujer,
por lo tanto puedo….o no se me permite”. Lo mismo sucede
para los hombres. Y por otro lado, se ve determinado por,
esencialmente, los estereotipos que los compañeros de
trabajo tengan de la persona. Por ejemplo, pensarían: “Ella
es mujer, por tanto…”. Los autores hacen énfasis en los
efectos que la diversidad puede causar en los equipos. Ellos
plantean que la diversidad siempre va a causar c onflicto,
sin embargo hay ciertos tipos de conflicto que pueden
más bien potenciar el desempeño del equipo. El tipo de
conflicto que puede ser perjudicial es el de tipo emocional,
que genera conflicto interpersonal. Por otro lado, si causa
conflictos por ideas (cognitivo), más bien puede llegar a
potenciar la dinámica del equipo.
Otro punto muy importante para el adecuado
trabajo en equipo es la comunicación. Según Weller,
Boyd, & Cumin (2014) una de las barreras para el
adecuado trabajo en equipo en hospitales es el factor
organizacional. La comunicación entre profesionales de
un hospital se ve determinada por la estructura física del
hospital, los protocolos y procedimientos y los diferentes
turnos de los profesionales. Se puede querer comunicar
datos importantes como la transferencia de un paciente
de cuidado primario al secundario a un doctor, pero
si el doctor se encuentra en otro edificio puede tomar
demasiado tiempo coordinar todo. También los protocolos
y procedimientos impiden que la información llegue de
manera oportuna a quien debe llegar. A veces datos como
alergias y lesiones anteriores de los pacientes se ponen por
escrito según el protocolo, pero si sucede una emergencia y
otro doctor debe atender al paciente, no va a haber tiempo
de que lea todo el historial. Los miembros del equipo
deben tener la capacidad de comunicar toda la información
requerida, y en cierta manera cuidar los “puntos ciegos” de
los otros.
Otro punto importante de la comunicación que
mencionan Weller, Boyd, & Cumin (2014) es que el equipo
debe tener metas establecidas. Dentro de las cuales debe
ser prioridad el bienestar del paciente. Pero para tomar
las decisiones adecuadas deben estar todos “en la misma
página”.
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