Comentario texto_ Nietzsche, F. (1873) Sobre verdad y mentira Comentario_Nietzsche, F._Sobre verdad y menti | Page 9
-En estas tres primeras líneas ya se alude también a la palabra “conocimiento” como un
constructo, un proceso creativo del sujeto (“inventaron el conocimiento” p.21) y, por
tanto, a esa metafísica de la subjetividad o metafísica de artista ya esbozada en El
nacimiento de la tragedia un año antes (no lo he leído, es una deducción plausible). De
ahí que se pueda interpretar también el ensayo como una lectura invertida del Génesis:
el conocimiento no es iluminación, don de Dios (filosofía presocrática, San Agustín,
Platón, estoicismo), como muestra la tradición metafísica que, en última instancia,
abstrae, racionaliza y seculariza conceptos teológicos desde la Antigüedad, sino un
proceso creador del sujeto (ya sucedía de esta forma con Kant, que inaugura el primer
giro subjetivista de la tradición gnoseológica, junto al historicismo, que supone la
materialización de la filosofía del espíritu).
2.1.2. La razón tejedora de mundos (líneas 33-53). Primera pregunta retórica:
“…apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir
entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad” (pg. 22-líneas
51-53)
-El proceso mismo del conocimiento es una ilusión, pues entre los sentidos humanos
y el entorno se alza como mediadora la sensación que limita nuestra forma de conocer
(empirismo). No obstante, el ser humano vive presa de ese engaño, el engaño de la
verdad como “cosa en sí”, en pos de la cual tiene que correr toda su historia, pues
del mismo pende su supervivencia como especie, es decir, de la inconsciencia de su
propio mecanismo gnoseológico.
-El intelecto es la herramienta de supervivencia que le es dada a la especie humana para
permanecer en la existencia pese a su fragilidad, no mediante la lucha sangrienta o la ley
de la naturaleza, ante la cual estaría en desventaja, sino mediante la creación de
mundos superpuestos a ella: el ser humano teje la red de la cultura para poder
sobrevivir, pero esta red es tejida desde la convención de la verdad y, por tanto,
desde el autoengaño que supone para el ser humano que la cultura pueda esconder la
crueldad de la verdad más íntima del hombre: su frágil animalidad hipostasiada. De ahí
que esta animalidad, por inconsciente convención es ocultada por el mismo intelecto
mediante su propio funcionamiento y su propia constitución intrínseca, en aras de hacer
posible la supervivencia de la especie (Schopenhauer: El mundo como voluntad y
representación).
-En este fragmento Nietzsche hace alusión al convencionalismo intrínseco que supone
la cultura, que incluso se refleja en sus usos sociales: la disimulación, la hipocresía, la
adulación, la vanidad. La cultura misma en su manifestación social, en su concreción y
en sus usos goza por convención del enmascaramiento, la representación, el teatro. Lo
social es de por sí una capa que cubre la manifestación de la naturaleza, la canaliza, la
maquilla y la encubre. De ahí que Nietzsche se pregunte de dónde procede entonces en
el hombre ese impulso hacia la verdad que se presupone guía del saber desde el
principio de los tiempos, cuando la cultura misma es una huida manifiesta de esta
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