La fortaleza es la habilidad de adaptarse a los momentos difíciles, a las tragedias, al estrés del día a día sin dejarse vencer de ellos. No es una cualidad innata; normalmente, es una cualidad que se aprende.
Cuántas veces no se escucha por ahí a estudiantes “llorando” porque al final del semestre se dan cuenta que no tienen la nota suficiente para pasar el semestre, y les toca rogar -literalmente- al docente para que les suba unas décimas.
He visto estudiantes correteando a docentes para ver qué pueden hacer para subir la nota. Y ahí es dónde me pregunto, ¿por qué no aprovecharon el tiempo al inicio del semestre?
inimaginables para nuestra mente pequeña (de las personas “sanas”)? Tres palabras: fuerza de voluntad.
La fuerza de voluntad libera a las personas de las cadenas de su propia debilidad, dice el escritor Alfonso Aguiló, y lo confirmo con la historia de Tony y con las miles de historias de superación personal. Entonces, la fortaleza no la representa un hombre musculoso ni un superhéroe. La mayoría de las personas tienden a pensar que la fortaleza o la “berraquera” es la cualidad de ser capaz de soportar las cosas difíciles sin rasguños o tropezones, pero es algo totalmente equivocado.