¿Por qué tenemos la manía de dejar todo para el final pensando que el resultado será bueno? ¿Por qué nos encasillamos en nuestras limitaciones, pereza o como quieran llamarlo?
Un artículo reciente en el Washington Post hablaba de varios estudios que hicieron con niños que han enfrentado traumas y los superaron, y se encontró que la fortaleza o resistencia es una batalla constante, una forma de enfrentarse a la vida. Sin embargo, no es solo una cualidad que los niños aprenden. Un estudio encontró que los prisioneros políticos que han sido torturados son propensos a sufrir de colapsos mentales si ellos no continúan la lucha interna y externa que tienen que vivir.
Los prisioneros que permanecen desafiando su propia mente incluso si ellos se quejan externamente, estaban lejos de sufrir de una especie de desorden de estrés post traumático. Por ahí dicen que la mente tiene poder.
Lo que pensemos y cómo nos proyectemos, eso es lo que haremos.
La cosa es muy sencilla, hay que encarar las dificultades de frente, hay que tomarlas por los cuernos desde el inicio, hay que domar las dificultades, no dejar las cosas a medias ni dejarlas para después. Definitivamente, hay que tener pantalones para afrontar las dificultades, aunque cueste.
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Tomado de: https://goo.gl/c3Gu2D