Entonces, la problemática cambió, puesto que, por el afán del auge tecnológico y de ofertar educación virtual, muchas instituciones ofrecieron servicios de educación a distancia pobres en material y mal estructurados.
Al respecto, (Muñoz Arteaga, 2006) afirma que “algunos de estos cursos no están bien estructurados, y carecen de un diseño instruccional, convirtiéndose así en e-reading, más que en e-learning”.
Particularmente desde la labor docente, Muñoz Arteaga resalta que el problema también predomina en la medida de la fuga de contenidos, explicando el mismo en cuanto al diseño de piezas de educación virtual que cada docente genera para dicha institución y que al dejar de laborar en ella, migra a otras universidades junto con parte de material. Esto, porque no existe un “repositorio” o un banco exclusivo de material didáctico.
Todas estas piezas educativas hacen parte del denominado e-learning, que según (Leal, 2011) “es una metodología que utiliza pedagógicamente escenarios basados en tecnologías digitales y de información y comunicación para el desarrollo de procesos sistemáticos de formación, con entornos curriculares didácticos, evaluativos, interacciones de medios, mediaciones y mediadores centrados en el aprendizaje y el estudiante”
Es importante aclarar que el e-learning tiene una perspectiva organizacional, que interactúan con base a cierto factores, que según
(Duart, 2012) son “la educación en tanto que proceso constructivo personal y grupal a la largo de la vida, la tecnología en tanto que utilidad comunicativa e informacional que crea nuevos espacios de interacción y, la organización en tanto que constructo humano que configura la finalidad y el contexto de enseñanza y de aprendizaje”.
Eso quiere decir, que el e-learning no sólo es educación mediada por las TIC, en las nuevas tecnologías de educación superior virtual, sino que genera nuevas pautas para ejemplificar la formación, dejando el interrogante sobre qué tan viable es seguir ejerciendo docencia presencial, y a la instituciones de educación superior en la medida en si es viable o no generar una transformación completa de la enseñanza presencial a la enseñanza semi presencial y/o virtual.
Josep M Duart y Francisco Lupiáñez, en el artículo Procesos Institucionales de Gestión de la calidad del e-learning en instituciones educativas universitarias, proponen que el e-learning no puede desarrollarse sin tener en cuenta los ejes fundamentales; entre ellos, proponen que, sin lugar a dudas, debe existir una relación entre la educación, la tecnología y organización, que en consecuencia se desarrolle una gestión coherente y que su efecto sean resultados óptimos y, siendo el más esperado, servicio de calidad.