El sustento alimenticio vino dado en todo momento por comida típica de la zona. La langosta en Madagascar esta a la orden del día. Hemos de tener en cuenta que la isla alberga ríos con grandes caudales como pueden ser Bemarivo, Mahavavy o Sofia. Estos ríos y lagos ofrecen todo tipo de pescado a los malaches. El gasy trondro, que es pescado blanco con tomate y calabacín fue la degustación acompañado de arroz en muchas ocasiones y nuestro desayuno, se basaba en café con huevos fritos, pan francés y embutido.
El paso de los ríos y lagos se interponía a diario en nuestros caminos, con lo que era necesario cruzarlos. En ocasiones contábamos con improvisados ferris fabricados en plataformas de acero y madera y propulsados por un motor, otras veces eran cayucos o bases de madera con unos simples bidones de plástico atados debajo de dicha base. Ni que decir nuestra sorpresa cuando vimos que nuestras motos podían ser transportadas en dos cayucos unidos por tablones de madera y nosotros podíamos ir con ellas dentro.
reservas reside el más grande del mundo, como el camaleón pantera). En esta reserva también habitan 12 especies diferentes de lémures, el atractivo principal de Madagascar, aunque la reserva se fundó principalmente para proteger dos especies: el lémur mayor de bambú y el lémur dorado de bambú. Se pueden encontrar 90 especies de mariposa, más de 100 clases de pájaros, 62 especies de reptiles y 350 especies de arañas.
En nuestras esperas a que las motos pudieran ser fuertemente amarradas observábamos a los lugareños en las orillas de los ríos lavando la ropa, tomando un baño, a los más pequeños jugando y chapoteando en el agua o simplemente esperando a ser transportados al otro lado del río o lago en un cayuco.
Las calles de la capital Antananarivo o también llamada Tana por los malaches, están inundadas de puestos de alimentos, donde la carne de pollo, cerdo o vaca es lo principal. Los mercados entremezclan olores de sus productos de venta tales como pescado, carne, fruta y verduras. En muchos puestos ambulantes las herramientas de labranza, utensilios domésticos y hasta gasolina vendida en botellas de 1 L, están en modo de cajón desastre. En las afueras de la ciudad podemos encontrar souvenirs hechos mano como cuadros, relieves tallados en madera, collares y pulseras y fósiles encontrados en las orillas de los ríos, lagos y playas. Camino de Tana a Ranomafana llamó nuestra atención como en las orillas cercanas al río se moldeaban y se dejaban secar al sol ladrillos de barro para ser vendidos más tarde para la construcción de las casas.