éticos y tradicionales de una sociedad , se transforman en agresiones si dichos valores se trastocan y los impulsos se canalizan y se manejan desde nuevas representaciones ( Torres , 2005 ). Algunas de las conductas mencionas por ( Rodríguez , 1981 ) afirma que “ Existen conductas que pueden ser antisociales , pero no están tipificados en los códigos penales ” como , por ejemplo :
1 . La homosexualidad 2 . La prostitución 3 . El alcoholismo 4 . La drogadicción ( p . 22 )
Como lo menciona ( Peña & Graña , 2006 ) existen diferentes subtipos de conductas antisociales , por ejemplo :
1 . Delito y además aparecen asociadas a un trastorno clínico ( p . ej . consumo de drogas en un adolescente con trastorno negativista desafiante ), 2 . Delitos agresivos y / o violentos ( p . ej . violencia doméstica o maltrato hacia un hermano ), 3 . Aquellas conductas agresivas y / o violentas que aparecen dentro de un trastorno clínico ( p . ej . maltrato físico a los animales por parte de un adolescente con trastorno disocial ) 4 . Las tres características , es decir , son delito , son agresivas y / o violentas y además aparecen dentro de un trastorno clínico ( p . ej . el adolescente con trastorno disocial que maltrata a su pareja ).
¨EL CRIMEN ORGANIZADO¨ UNA CONDUCTA DE- LICTIVA EN JÓVENES¨
Se podría conceptualizar la conducta delictiva dentro de este discurso como “ una forma de desviación ; como un acto prohibido por las leyes penales de una sociedad . Es decir , tiene que existir una ley anterior a la comisión que prohíba dicha conducta y tiene que ser de carácter penal ” ( Peña & Graña , 2006 ). En la última década , México se ha enfrentado al desafío de garantizar la seguridad pública a través del combate al narcotráfico a nivel nacional , situación que desde su origen estuvo relacionada con factores sociales , económicos , de relaciones internacionales , institucionales y también ambientales ; quedando estos últimos en la periferia de los intereses públicos , políticos y académicos ( Carpio , 2021 ). De acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno , Seguridad Pública y Sistema Penitenciario 2019 , durante el 2018 , 32.4 % de la población penitenciaria en México estaba constituida por jóvenes de 18 a 29 años mientras que 0.4 % eran menores de 18 . Durante ese año 2,067 adolescentes ingresaron a centros de tratamiento y / o internamiento para adolescentes y para fines del año , existían 1,587 jóvenes privados de su libertad en centros de tratamiento y / o internamiento para adolescentes ( Instituto Nacional de Estadísitca y Geografía [ INEGI ], 2019 ). “ La población total en Tamaulipas es de 3,527,735 habitantes . De ellos , 1,791,595 son mujeres ( 50.8 %) y 1,736 , 140 son hombres ( 49.2 %), de los cuales el 8.3 % son jóvenes de 15 a 19 años ” ( INEGI , 2021 ). “ Tras el avance del narcotráfico en México , la violencia se ha convertido en parte inquietante y perturbadora de la vida social ; se presenta de manera cruenta y brutal a través de los medios de información y las redes sociales ” ( Quiroz et al ., 2018 ). De acuerdo con ( Encinas , Jóvenes sicarios , 2016 ) La telaraña del narco es próspera en la medida en que las instituciones sociales en México han expulsado a las nuevas generaciones y es el narco o la delincuencia como forma de vida , la que ha venido a llenar esos espacios vacíos , es importante asumir que los jóvenes están dentro de una espiral de violencia tanto de víctimas como victimarios en la que el narcotráfico se consolida como un ofertador del futuro para los jóvenes . Como menciona ( Cisneros J . , 2014 ) los jóvenes se nutren de la exclusión , la marginación y la violencia , y buscan por todos los medios la forma de sustituir sus carencias no sólo emocionales , sino también económicas , que la sociedad debería de brindarles ; son jóvenes que usan las drogas y la violencia extrema como vía para fugarse de la realidad que los estigmatiza y les niega una salida institucional , un mecanismo para sobrevivir ( p . 18 ). A diferencia del narcotráfico , que ciertamente genera cuantiosas ganancias para los grupos dedicados a cometer este ilícito , el consumo de drogas y la adicción a las mismas generan grandes problemas en la economía y en la salud de las familias y comunidades de los sectores más desprotegidos que regularmente las consumen ( Gómez & Almanza , 2016 ). “ El problema de la violencia y su vínculo con los jóvenes se ha hecho más evidente a partir de los asesinatos cometidos por el crimen organizado ” ( Cruz , 2014 ). “ El crimen organizado en México es un fenómeno que ha conducido al país a una crisis .” Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ( 2019 ), ocurren cerca de 90 muertes cada día , relacionadas mayormente al crimen organizado . Desde hace años el problema que enfrentan las administraciones públicas en México , es duro de derrotar , pues se han producido alrededor de 300 mil muertes en alrededor de 12 años . La participación activa de los jóvenes en el crimen organizado va en crecimiento . Factores como pobreza , marginación , falta de oportunidades , desarrollo social y humano , entre otros , vulneran aún más a los ya desprotegidos y afectan a las nuevas generaciones . Se observa que las edades de los jóvenes que se involucran en el crimen organizado oscilan entre los 18 y 30 , pero también se advierte la presencia de menores de edad , encontrando niños y adolescentes en grupos criminales ( Hikal , 2019 ). La presencia de grupos dedicados a actividades delictivas en las zonas o comunidades más pobres y excluidas suponen un riesgo para los adolescentes de estas áreas . Estos grupos , aprovechándose de las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentran estos niños y adolescentes , los captan para utilizarlos en
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ENERO - MARZO 2023 Visión Criminológica-criminalística