CLEU - AUTOFALSIFICACION O FALSIFICACION POR DISIMULO | Page 85

1. Recolección minuciosa y completa de datos. 2. Disposición y correlación de los datos. 3. La definición de los temas y las preguntas de investigación. 4. El desarrollo de hipótesis a lo largo de las líneas de los datos disponibles y la subsiguiente resolución de las hipótesis. 5. Probar cada una de las hipótesis y eliminar en lo posible las hi- pótesis contradictorias. 6. Probar las hipótesis finales antes de su aceptación. En 1984, Jerry Findley y Craig Hopkins adujeron que en esen- cia, la Reconstrucción es la suma total de la investigación demos- exposición pueda ser plenamente comprendida y descrita a los demás. Vicente Garrido (2001, p.47), por otra parte, expone que la Cri- minología es una disciplina en expansión, tanto en su dimensión científica como aplicada, considerablemente aumentan las investi- gaciones criminológicas enfocadas en factores de la delincuencia, efectos del delito y evaluar programas de prevención y tratamiento de la conducta delictiva, igualmente se discute sobre a considera- ción de la Criminología como ciencia, y para ello la definen como ciencia interdisciplinaria, y esto es muy cierto, cuando se observa el delito de trata de personas como una conducta que abarca va- rias fases para llegar a la explotación ya sea sexual, laboral, de la mendicidad, entre otras formas, que requiere de especial atención la comprobación de cada verbo rector que describen los códigos penales sobre el tipo penal, y conforme a ello es menester del ente investigador determinar los eventos que se llevaron a cabo, con la utilización de múltiples disciplinas y ciencias criminalísticas y forenses que son mandatorias, por ejemplo la documentosco- pia permite conocer si los tratantes de personas utilizaron visas o pasaportes falsos para permitir que una víctima saliera del país siendo menor de edad, la informática forense ayuda a recuperar la información en dispositivos electrónicos y digitales de víctimas y sospechosos para descubrir comunicaciones, imágenes, archivos de audio y video que corroboren o desvirtúen las versiones exis- tentes dentro de la investigación, por esta razón, no se excluye ninguna disciplina con la que se pueda llegar a la verdad de los hechos. La Criminología entonces se convierte en el puente entre la investigación criminal y la aplicación del método científico para obtener resultados objetivos y aislados del sesgo y teorías precon- cebidas en las investigaciones, que pueden afectar el desarrollo efectivo de las mismas, en palabras de Garrido (p.51), ”el objeto sustantivo de la Criminología es, por tanto, un cruce de caminos en el que convergen ciertas conductas humanas, las delictivas y ciertas reacciones sociales a tales conductas”. Una vez las investigaciones se nutran de diligencias judiciales con resultados que deben ser analizados e integrados en la línea de tiempo de los eventos que determinaron la existencia del delito de trata de personas, debe perfeccionarse la Reconstrucción del Delito (Chisum & Turvey, 2007 y 2011; Gardner & Bevel, 2009), como teoría, se sustenta en que el análisis científico de las evi- dencias debe realizarse con una metodología específica para la reconstrucción, bajo la luz del método científico y para ello se re- quiere agotar los siguientes pasos: La Exposición por Estilo de Vida de las víctimas, de acuerdo con Turvey (2014, pp.144-174) corres- ponde a una teoría fundada en los factores del es- tilo de vida que pueden incrementar la posibilidad general de la persona al daño, puede ser de tres maneras: al incrementar la proximidad hacia la vícti- ma y las interacciones con, delincuentes o aquellos predispuestos a la criminalidad, fomentando las condiciones que un conflicto percibido con “Deontología crean un delincuente y mediante el au- mento de la percepción de un de- y ética” lincuente sobre la vulnerabilidad de la víctima. Las teorías que justifican el análisis de la exposición de las víctimas al riesgo, también se encuentran en Goetting (Goetting, 1989), quien refiere el término de Precipitación de la Vícti- ma, para referirse a que las dinámicas de los actos criminales no pueden ser entendidas en su totalidad examinando solo las características de los perpetra- dores, sino más bien, hay que mirar ambos lados del delito (víctima-victimario), en el entendido que la víctima juega un papel importante en esa relación el cual no puede ser ignorado. La teoría de Precipitación de la Víctima fue pro- puesta por primera vez por Mendelsohn, y refiere la provocación criminal, el impacto causal o conspira- tivo de la víctima en una relación diádica llamada indistintamente la “pareja penal” (Mendelsonhn, 1963), es decir, la acción “recíproca entre el perpe- trador y la víctima (Hentig, 1948). También la Teoría del Estilo de Vida, planteada por Hindelang, Gottfredson y Garofalo (Hindelang et al, 1978), que argumenta que algunas personas son más propensas a ser víctimas debido a su compor- tamiento, hábitos o costumbres que los exponen a una mayor frecuencia de contactos con el delito y los delincuentes. Para el autor (Turvey) está de acuerdo en que la historia de una víctima sobre la interacción o relación con los delincuentes puede aumentar la exposición a ciertos tipos de daño y por lo tanto pro- bablemente ser más afectada. Por último, la Teoría de la Actividad Rutinaria, es- grimida por los criminólogos (Cohen y Felson, 1979) explican (p.604): “la convergencia en el tiempo y espacio de tres elementos (delincuentes motivados, objetivos adecuados y la ausencia de guardianes capaces), parece útil para entender las tendencias del delito. La falta de cualquiera de estos elementos es suficiente para evitar la ocurrencia del contacto exitoso directo con el delito depredador.” Estas teorías ayudan a clasificar a la víctima se- gún la exposición por el estilo de vida para describir e interpretar sus condiciones, con el fin de que la 83