CLEU - AUTOFALSIFICACION O FALSIFICACION POR DISIMULO | Page 61
Delimitación teórica.
Para la realización de esta sección del trabajo, se tomarán en
cuenta las siguientes teorías que se integrarán para el desarrollo
de esta investigación:
“Teoría de las ventanas rotas “, “teoría de las actividades rutina-
rias”, “teoría de la elección racional”, “triángulo del delito” “preven-
ción situacional del delito”.
Teoría de las ventanas rotas
Esta señala que existen indicadores de desorden y trastorno físico
incluyendo las ventanas rotas, edificios abandonados o deteriora-
dos, basura, vandalismo y grafiti, así como los indicadores socia-
les como personas ebrias, actividad de pandillas, etc. Que pueden
promover activamente la manifestación de conductas antisociales
y delictivas.
En la década de 1960, el Prof. Zimbardo, junto a un grupo de
investigadores realizaron un experimento de psicología social, en
el cual se dejaron dos autos de la misma marca, modelo y color.
El primero en el barrio del Bronx en la ciudad de Nueva York, que
durante el tiempo en que se realizó el estudio era considerado un
barrio problemático con altos índices de criminalidad y violencia; el
segundo automóvil fue dejado en el barrio de Bel-Air en la Ciudad
principales de esta corriente criminológica, a través de las ideas
de los autores anteriormente mencionados y de otros que reali-
zaron investigaciones en este campo durante los períodos antes
descritos, para formar la idea actual de los que se entiende por
prevención situacional del delito la cual se basa en las siguientes
premisas:
El comportamiento criminal está directamente influenciado por
el ambiente en el que se desarrolla, la prevención situacional sos-
tiene que todo comportamiento es resultado de la interacción per-
sona - situación, por lo tanto, el ambiente no es solo un elemento
pasivo, sino que toma un papel fundamental en iniciar la conducta,
y en la decisión por parte del delincuente de realizarla; la distribu-
ción del crimen no es aleatoria, ya que el comportamiento criminal
depende de factores situacionales, los delitos estarán distribuidos
en ambientes criminógenos, en pocas palabras se concentrará en
lugares que faciliten las oportunidades de cometer el delito; cam-
biar los aspectos criminógenos del ambiente objetivo puede redu-
cir la incidencia de delitos particulares en esta ubicación.
De esta manera vemos la importancia que tiene la evolución de
este concepto para el trabajo que se desarrolla, lo cual nos permite
entender que cambiando aspectos situacionales del ambiente que
se pretende intervenir, dificultando las oportunidades para delin-
quir, y aumentando los medios de defensa de los habitantes de
esta ubicaciones, se pueden reducir la incidencia de delitos, en
particular los que afectan el patrimonio de las personas, los cuales
son en los que centra el presente trabajo, por lo tanto los párrafos
anteriores tienen como objetivo brindarnos un marco histórico de
la evolución de este modelo de prevención, desde su conceptuali-
zación hasta nuestros días y la validez de su implementación para
la hipótesis de este trabajo.
un delito, se concentrará en proveer la rehabilitación
necesaria.
La perspectiva de la prevención situacional, como
la proponen Clarke y otros exponentes, es que el
crimen es el objeto de interés, y el delincuente es
solo uno de los elementos del hecho, por lo tanto,
las causas que lo orillaron a l hecho tienen poca re-
levancia para este campo de estudio. En su lugar
el estudio se concentra en la dinámica del delito
(donde y cuando ocurrió, quien estuvo involucrado,
que hicieron y como lo hicieron), de esta manera la
prevención situacional busca disuadir el crimen, más
no “curar” a los delincuentes.
Clarke en el desarrollo de su concepto de pre-
vención situacional, usó elementos del espacio de-
fendible expuesto por Newman, pero en gran parte
su aporte está relacionado con las teorías de Jeffrey,
en cuanto que Clarke consideraba (al igual que Je-
ffrey), que la reducción de oportunidades y el manejo
del costo-beneficio del delito eran la clave para una
prevención efectiva, sin embargo, Clarke conceptua-
lizó de forma más claras sus ideas y pudo ponerlas
a prueba durante el período en el que encabezó la
unidad de investigación de la Oficina del Interior del
Reino Unido, elaborando un modelo comprensivo de
prevención situacional que puso a prueba sus ideas.
Posteriormente Cornish y Clarke, desarrollan la
teoría de la elección racional, en la cual el delincuen-
te realiza elecciones basadas en el ambiente (situa-
ción), para definir el curso del acto criminal, buscan-
do una ganancia o beneficio del comportamiento
criminal, luego entonces el delito ocurrirá cuando
el beneficio supere el costo o riesgo de la acción.
Así podemos ver como este concepto se relaciona
con la prevención situacional, ya que el delito puede
ser prevenido si se reducen oportunidades diseñan-
do ambientes que resulten poco atractivos desde la
perspectiva del delincuente.
Con el paso del tiempo la concepción sobre la
prevención situacional de Clarke
sido expandida por otros auto-
“Espacios ha
res, pero siempre considerando
los fundamentos introducidos en
urbanos
un principio por Clarke (la reduc-
defendibles” ción de oportunidades para co-
meter el delito y el aumento del
costo, beneficio y riesgo del mismo), de esta manera
llegamos a la concepción actual de la prevención si-
tuacional del delito, que si bien sigue considerándo-
se parte de la corriente de la criminología ambiental
se diferencia en sus aspectos operativos de esta y
de la criminología tradicional en tanto que no busca
entender el origen de la conducta del delincuente,
sino más bien disuadirlo de cometer el acto.
De esta manera se pueden definir los conceptos
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