Louis Vuitton, la empresa que
redefinió el concepto de lujo
Con 165 años de trayectoria, es la marca de lujo más rentable del mundo.
El famoso monograma LV remite, hasta nuestros días, la calidad, al arte
pero, sobre todo, a la exclusividad
Esta emblemática marca tuvo un comienzo modesto.
Fundada en 1854 por Louis Vuitton, un artesano francés,
quien se especializaba en el embalaje de objetos finos y
delicados. Sus baúles cobraron mucha popularidad por ser
ligeros, fáciles de apilar en los barcos, por su originalidad y
por su diseño encantador.
El emporio tuvo su primera sucursal en el número 4 de la
rue Neuve-des-Capucines, posteriormente, y por la gran
aceptación que tuvieron sus maletas, Vuitton amplió el
negocio abriendo otro taller en Asnières, en 1859, situado
al noreste del centro de París.
Con la expansión de la marca, llegó la competencia y la
imitación; ante esto, su fundador creó el patrón Damier
Canvas, que llevaba una insignia en la que se podía leer:
"marque L. Vuitton déposée", que se traduce como "L.
Vuitton, marca registrada", además de implementar una
gama de marrones en sus baúles para que los distinguieran.
En 1872, Vuitton introdujo un nuevo diseño de maleta que
se destacaba por su lienzo beige y rayas rojas. El nuevo
diseño, simple pero lujoso, atrajo a la nueva élite de París y
marcó un nuevo inicio de lo que sería una de las marcas de
alta gama más importantes del mundo.
Inicio de una dinastía multinacional
Con la muerte de Louis Vuitton, la empresa quedó a cargo de su hijo Georges, quien figuró un papel muy
importante en la internacionalización de la marca, pues en 1885 abrió la primera sucursal extranjera en
Londres.
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