Uno de los mejores bateadores de todos los tiempos, Hank Aaron, atribuyó gran parte de su exitosa carrera en
el béisbol a su preparación mental, tanto antes como durante el juego. Siempre “hacía su tarea” de estudiar a
los lanzadores de los otros equipos previo a los partidos.
No sólo era estrategia, esto le deba una ventaja psicológica y le brindaba una tranquilidad mental, ya que al
momento de pararse en la caja de bateo no se enfrentaba a lo desconocido. Saber quién era su adversario y
de qué era capaz, le permitía estar en control de la situación.
El basquetbolista Lebron James, mejoró su nivel de juego luego de agregar la meditación dentro de su rutina
de preparación. El jugador practica yoga diariamente y recurre a técnicas de respiración y concentración
mental incluso durante el tiempo muerto de los partidos de la NBA. La habilidad de poder deshacerse de la
euforia del juego le ha permitido claridad de visión dentro de la cancha y ha afianzado su papel de líder de
equipo.
Jugadores legendarios como Michael Jordan, Emilio Butragueño y Derek Jeter, líderes absolutos en sus
disciplinas, son conocidos por haber incorporado estas prácticas en sus rutinas.
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