Double Play
llama Ten Skies, que son diez planos fijos de diez
cielos. A pesar de las diferencias los une la amistad
y preocupaciones similares a la hora de filmar,
siendo centrales para ambos el paso del tiempo y la
capacidad eterna del cine para capturarlo. Mientras
se pasan una pelota de béisbol, la gran pasión de
ambos, Klinger encuentra la metáfora visual que
ilustra la naturalidad con la que se da el
intercambio de ideas entre los dos cineastas. Este
alegre encuentro me ayudó a clarificar las
sensaciones y las ideas que tenía en torno a la
batalla que me había comentado mi amigo. Es
cierto que Linklater no representa ese cine
industrial beligerante, no