L’inconnu du lac
El rostro
mundo, el modo de pensar las cosas, el modo de
habitar; y la poesía como reflejo de ese modo de
habitar. Y por otro lado están las operaciones de
mirada. Si vos me pedís que reflexione sobre mi
propio cine, desde dónde partí… sí, yo diría que
fue desde la poesía, fundamentalmente. Entiendo
profundamente las diferencias de lenguaje, no
tengo ninguna intención de equiparar los lenguajes, sólo en algunas operaciones del modo de
mirar.
Estoy trabajando ahora con un poeta con el que me
encantaría hacer algo alguna vez, que es Arnaldo
Calveyra. Calveyra trabaja de joven como fumigador en los barcos que llegan al puerto de Ensenada,
una tarea increíble. Y a partir de esa experiencia
escribe un libro fantástico, Diario del fumigador
de guardia. En esa operación de observación de lo
real, en ese pacto con lo real transfigurado, deformado, atravesado por una mirada, yo encuentro
algo que me interesó mucho siempre. Como dice
Calveyra en un verso: miraba lo real y le pedía el
favor de una imagen. El favor de una imagen. Yo
creo que desde allí fui encontrando de algún modo
esa especie de pacto, de búsqueda de un cine en el
que se establezca ese cruce entre la mirada y lo
real. Es una mirada sobre lo real, que en principio
podemos entenderlo como preexistente en el
mundo. Yo creo que a esto lo descubrí o entendí o
me atravesó por los poetas. Cuando trabajo con un
poeta no es sólo que me guste (hay poetas que me
encantan y que no sabría cómo hacer algo a partir
de ello, más que un documental biográfico), sino
que busco pensar, traspasar alguna de estas operaciones. Hay allí una especie de huella: este libro
deja una huella y desde ella yo puedo generar una
nueva; es como un momento fantasmal… Está el
libro como gesto concreto, luego la huella del libro
en mí, y a partir de ésta uno hace algo, lo cual es
una nueva huella; creo que no hay más que eso.
¿Y cuál es el mecanismo que ponés en marcha
para construir esa imagen que el poeta le pide a
la realidad, pero ya a través del cine, de la
imagen, y no de la palabra? ¿Cómo funciona
esa transposición, o transcripción, o traducción
de lenguajes?
Nunca es literal. Nunca está sostenida por el objeto
en sí mismo, sino que es alguna transfiguración a
partir del objeto. La relación entre la literatura y el
cine es muy fantasmal, porque son dos lenguajes
distintos. Y toda esa cosa compleja con respecto al
lenguaje, con esas idas y vueltas en el tiempo, su
precisión... Yo creo que allí se vuelve necesario
pensar una nueva cosa desde el lenguaje.
Creo que La orilla que se abisma es bastante
precisa para definirlo, para pensarlo. Por un lado
está la poesía de Juanele, que como sabemos se
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