DISOLVER EL CONTORNO DE LAS COSAS
PARA HACER SENTIR LA UNIDAD VIVIENTE
Entrevista a Gustavo Fontán
En general en tus películas hay una especie de
procedimiento que tiene que ver con que la
imagen registra los objetos. ¿A partir de qué
idea surge esta necesidad de insistir y transformar lo concreto?
Me parece que la mirada es siempre subjetiva: uno
cuenta lo que percibe, lo que uno entiende en el
modo de mirar el mundo. Uno se hace cargo de su
mirada, con los riesgos, con los defectos… La
dimensión sensible tiene que ver con esa posición.
Está el mundo de la experiencia sensible, que es
donde entra a jugar lo psicológico, lo subjetivo, el
mundo del inconsciente. Para mí el arte trabaja
sobre esos imaginarios, sobre esos mundos, ahí
radica su riqueza.
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En este pacto con lo real yo entendí que uno no
filma el objeto; uno mira el objeto. Está el objeto,
y su referencia y la carga afectiva que de algún
modo uno puede construir a partir de ese objeto,
que es el modo en que se lo mira. Marguerite
Duras decía, hablando de escribir, que uno escribe
la historia y la no-historia; yo creo que la imagen
es ese abismo, esa tensión entre lo que es y lo que
no es, entre lo que es y lo que parece ser, lo que se
sugiere. La mirada tiene por lo tanto que hacer una
operación sobre el objeto, porque nunca se lo
filma. A partir de allí filmamos algo más cierto,
siempre; un algo más que nunca es literal. Es un
abismo. Un abismo puesto en sintonía con otros
abismos, otro conjunto de imágenes, que intentamos que se abismen en alguna dirección. Hay una