Heme aquí un pianista que perdió el oído musical por la muerte de mis padres la cual me dejó un grave trauma. Ya que mi madre me daba clases intensivas de piano lo cual le agradezco pues pude competir en varios concursos de piano a nivel nacional. Yo tenía un talento “nato” pues siempre desde que tengo memoria toco el piano de una manera diferente, pero ya nada de eso importa porque ya no puedo oír el piano.
Me levanté tan aburrido como siempre, ya es costumbre que no tenga nada que llene mi vida, la secundaria es aburrida excepto por Jane mi mejor amiga y vecina desde la infancia, me ha acompañado a lo largo de mi vida y somos muy buenos amigos. También Joseph, que es de mis mejores amigos el cual es muy bueno para jugar soccer y es muy popular, por el otro lado yo no soy nada atlético como el, yo soy delgado y uso lentes, pero lo bueno de todo esto es que es Abril mi mes favorito del año.
Por: Rodrigo Uriarte
El dilema de
un pianista
Este sábado, saldré con Jane y con Joseph, Jane nos invitó al concurso de violín de una de sus amigas y ya quiero conocerla. Acordamos vernos en el parque, donde escuché el suave sonido de una flauta y vi unos niños viendo a una chica muy linda de pelo rubio, ojos azules, una sonrisa bellísima y una mirada iluminada. Ella me vio con esa mirada que me sacó mil suspiros, empecé a hablar con ella, su nombre Khiara Miyazono, en ese momento llego Jane y Joseph, Jane me dijo que ella era su amiga de la que nos habló. Nos tuvimos que ir corriendo a su concurso de violín en el auditorio, nos fuimos a tomar asiento pues estaba a punto de comenzar y ella era la primera, subió al escenario y ella se veía tan linda en su vestido blanco y azul hacía resaltar sus ojos.