C(H)ARÁCTER
de él, fue su sonrisa, y por eso será recordado siempre - Giba se detuvo un
segundo y se secó una lágrima. Luego continuó
-Después, pasaron muchos, muchísimos años, incluso siglos, ya que Selene había
conseguido la vida eterna, y un día decidió escaparse. Así, adentrándose sola en
una temible cueva,- en la cual habitaba un hombre Endimión y un pequeño cuerpo
bla nco y acurrucado al cual se le marcaban los huesos,- Selene quedó totalmente
enamorada de aquel hombre entonces desesperada, partió al castillo de su
padre y le preguntó si podía concederle vida eterna a aquel hombre, pero él se
rehusó Después de un rato, Endimión llegó al lugar y dijo al padre de Selene:
“No os preocupéis, gran viejo sabio que ha habitado éste castillo desde que mis
abuelos poseen recuerdos tomaré otra decisión, si me lo permites, quiero que
me concedas el sueño absoluto y perpetuo durante toda la eternidad, y que sola y
únicamente pueda despertar a la llegada de ésta bella mujer ”. A continuación el
rey se paró y lo abrazo, accediendo así a su encomienda desde entonces,
Endimión anda dormido hasta el día de hoy, y sólo despierta enamorado para
permanecer con su amada Selene A esto debemos reconocer que, por más
aterrorizados y tristes que estemos el amor será la puerta, la luz más
convincente para salir de la perpetua tiniebla
Ese día llegaron a todos los lugares aledaños a la línea del Ecuador, una manada
interminablemente infinita de seres terribles, los cuales con sus túnicas negras
asesinaban a los espíritus del amor, dejando así a la gente sin esperanza alguna.
Luego, ya cuando se había establecido totalmente el terrible estandarte de la luna
y la perpetua oscuridad,- y ambos individuos recapacitaban aquella historia-,
llegaron nuevos soldados de Arragmed y, tras varias horas de lucha en las cuales
Giba y Ogiba recibieron un arduo entrenamiento se fueron a dormir
Día de Venus y Marte, el segundo
Despertaron ambos. El clima era terriblemente frío, pero esto no impidió gastar un
poco de energía para producir comida artificial directo de las entrañas de Giba,
mientras tanto, comiendo, Giba se dirigió a su amigo humano, y le dijo
Verás hace tiempo, cuando mi imperio era joven y la vida era efímera para
cada una de las personas y seres, pasó algo maravilloso. Venus, quien era la
séptima hija del tercer rey dueño de las provincias de Bolymyr, nació, y ya
alcanzado un punto maduro de su edad, le fueron otorgadas dos capacidades las
cuales nadie más poseía en el insólito planeta: el amor y la belleza.
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